domingo, 8 de marzo de 1981

Breves Pinceladas de la Historia de KARMA-7

En marzo de 1981 la revista Karma-7 llega al número 100, ya había pasado casi una década desde el primer número, y con ella numerosos cambios, superación de problemas y nuevos enfoques editoriales. Ramón Plana (padre) nos da unas “pinceladas” sobre esos 10 años. Nos ofrece una información muy interesante sobre las vicisitudes que han pasado para mantener la publicación; algún que otro rapapolvos a algunas personas del entorno de la revista; bastante autocrítica y muchísimos agradecimientos a tantas personas que han apoyado el proyecto.


Víctor Estrada




Breves Pinceladas de la Historia de KARMA-7

Ramón Plana López: Director y Consejero Delegado
Montserrat Tomás: Directora


¡Qué mejor ocasión que ésta para hacer un poco de historia! ¡Precisamente este mes en que nos encontramos en el Nº 100 de KARMA-7! ¡Cuántas vicisitudes hemos pasado hasta llegar aquí!

Recuerdo todavía cuando el señor Martínez, de Ediciones Dronte, me habló de una revista que se
Ramón Plana y Montserrat Tomás
publicaba en Barcelona, y que sus editores deseaban venderla. Era KARMA-7; los primeros editores eran Muntaner y Yoldi. José Mª Armengou estaba con ellos en calidad de director periodista. Este y yo nos conocíamos de antaño, ya que en los talleres gráficos de mi padre ya se imprimían las revistas que en aquel momento publicaba: Cordaña, Sky, etc.

Una vez en contacto con todos ellos, realicé la compra de la revista. Esto ocurría en Junio de 1973, o sea, en el N° 8 de K-7. En aquellos momentos alternaba mi trabajo como propietario de un taller de encuadernación con el de llevar la parte comercial de la revista. La parte redaccional de la misma estaba encomendada a Armengou.

Los antiguos editores me concedieron ciertas facilidades en el pago de la misma, facilidades relativas ya que a la hora de la verdad no existieron, obligándome desde un principio a una descapitalización, de la que tardaría mucho tiempo en recuperarme. Sé que dichos señores, los editores, celebraron con champaña dicha venta, y que el brindis fue: «A la salud de este bobo». Este bobo, amigos, era yo.

A la primera persona que Armengou me presentó, fue al Prof. D'Arbó, Sebastián Arbonés, en aquellos momentos, mano derecha de Fasman. Fue la misma tarde de la compra de K-7, y me dijo que Fasman estaba muy interesado en la revista y que ofrecía su apoyo moral y económico a la misma y a sus dirigentes. Como nunca fui persona cerrada a conversaciones, acordamos una
Karma-7 nº 100
entrevista en el café Moka, de las Ramblas, para aquella misma noche. Acudimos: Fasman, D'Arbó, Armengou y yo. Después de animada charla, intenté concretar y resumir, y en aquel entonces le ofrecí el 20% de las acciones por dos millones de pesetas, viendo números al cabo de dos años. Fasman, bajó la cabeza, se la cogió entre sus manos y estuvo varios segundos meditando. Bueno, no sé qué es lo que debía de meditar, ya que él lo que pretendía, parece ser era la rectoría de K-7, influido quizá por el «niño de sus ojos», el «discípulo adelantado y preferido», que fue D'Arbó. Dijo —al levantar la cabeza—: NO, no dispongo de fluidez económica, dijo que tenía en aquellos momentos el dinero invertido, etc. No me sorprendí, ni me alteré en absoluto, al contrario, sirvió para autoafirmarme, para continuar.

En el Pasaje Pla, estuvimos poco tiempo, pues era la oficina de Muntaner y Yoldi; de allí pasamos a Marqués del Duero, donde comenzamos a ordenarnos. Los siguientes colaboradores a quien tuve el honor de conocer fueron, por orden: Fontrodona, Cayo Quiñones de León, Rubén Planas, Roca Muntañola, Marius Lleget, prof. Lester, Blaskie, Gordon, Ferrer Vives y Argentier. A. Casanovas, Batet y Lamich, los conocí más tarde.

Bien, tengo entendido fue en casa de Lamich donde se gestó KARMA-7 y se eligió su nombre. Sin embargo, éste ya no formaba parte del equipo cuando yo aparecí; ésta es la razón por la cual no nos conocimos hasta unos dos años después.

En el N° 9, consté como Consejero Delegado. En el N° 11, ya estábamos instalados en Marqués del Duero. Cuando se publicaba el N° 20, vendí la encuadernación para hacer mejor frente a las obligaciones de la revista, tanto a nivel puramente comercial como para evitar diversificaciones de trabajos. Debo reconocer —muy lastimosamente por cierto—, que en aquellos momentos de mi vida, el único móvil que me hacía reaccionar era el económico.

En el N° 12, rescindí contrato con la Distribuidora Nacional MIDESA, que se encargaba de hacer llegar la revista a todas las regiones de España. Tuve que aprender todos los detalles a este respecto, que aparte de ser lentos, menoscabaron momentáneamente las ya vacías arcas de K-7. En estos momentos —también muy delicados—, Rubén Planas y su grupo universalista dieron a KARMA-7 una inyección moral y económica reconfortante, e igualmente Domingo Bellsolá. Hoy no se les debe ya nada, al menos en cuanto al terreno económico se refiere, pero en mi agradecimiento, siempre estarán presentes.

En aquellos momentos, Armengou estaba totalmente al frente de la Redacción, D'Arbó fue su segundo durante bastante tiempo; yo me dedicaba exclusivamente al campo de la producción y de lo comercial. Al cabo de un tiempo, el sitio de D'Arbó fue ocupado por Gisela Cabarrocas y más tarde por J. A. Lamich.

Por mediación de nuestro querido amigo Julio Roca Muntañola —fallecido el pasado 19 de Agosto—, fuimos presentados a don Germán de Argumosa, que con su magna intervención, obtuvo la colaboración económica necesaria de los Laboratorios Luque, de Madrid, para que pudiera nacer la revista ECOS DE PARAPSICOLOGIA. Esta fue trimestral, y después del primer año de subvención, pasó a ser íntegramente por suscripción. Transcurrido otro año y al no haber conseguido un número mínimo de suscriptores que permitieran económicamente la continuación de dicha publicación, no quedó más remedio que suspenderla. Ello fue durante los años 1974 y 1975.

Del marzo al agosto de 1975, edité la revista TRIGONO, revista semanal de temas astrológicos, quirológicos y cartománticos, con el fin de popularizar nuestros temas. No tuvo la acogida necesaria y pronto sus consecuencias se hicieron sentir —especialmente las económicas—, fueron los efectos de unas causas ¡Qué duda cabe! de una falta de madurez y de estudio que pagué en aquel momento y luego también, con creces más tarde.

En honor a la verdad, reconozco que en cualquier circunstancia, tanto Armengou como Lamich, me siguieron casi a ciegas en mi deambular editorial. Debo decir que el trabajo nunca asustó a Armengou, incansable e inquieto Sagitario, ni tampoco a Lamich, meticuloso, ordenado y estudioso Virgo. Juntos vivimos años de estupenda y maravillosa piña.

Desde el primer número de KARMA-7 hasta la actualidad, nos subieron 16 veces el precio del papel, 13 veces la de los fotolitos, 10 veces los talleres gráficos. En el año 1973, KARMA-7, hizo un llamamiento que más que llamamiento fue un SOS y 100 SOCIOS DE HONOR-FUNDADORES, contribuyeron con 5.000,- pesetas cada uno a que el precio de venta de la revista no se disparara demasiado. Ello les dio derecho a recibir la revista a perpetuidad, las tapas para ser encuadernadas anualmente, los Dossiers y los libros de la Colección Egrégora. Después, los CABALLEROS y DAMAS DEL TERCER MILENIO, y otra segunda tanda de SOCIOS DE HONOR, esta vez no FUNDADORES… ¡Gracias, lectores amigos! ¡Cuántas veces nos habéis ayudado!

Fueron muchos los momentos difíciles, no solamente externos sino también internos. Momentos delicados porque entonces no existía tan variada gama de libros dedicados a nuestros temas. Recordando, hoy me da la sensación de que florecía una evolución, pero que las personas, los propios lectores, no sabían a ciencia cierta con qué quedarse, cómo encaminarse, presintiendo en su fondo, dentro de sí mismos, de su conciencia, de su Yo Trascendente, en resumen, una evolución latente de difícil determinar y expresar. Amigos, a nosotros nos ocurrió igualmente, sin precisar si fue segundos antes que vosotros o minutos después. No significa ello que en la actualidad todos los pensamientos sean de color de rosa y veamos ya con absoluta claridad el Principio y el Fin, pero sí que en algunos instantes vemos y palpamos suaves ráfagas de aire fresco que nos impregnan dentro de lo Más Recóndito.

Con Armengou y Lamich, nos habían tocado más de una vez las tres de la madrugada, intentando averiguar cuáles eran los temas preferidos del público lector, de qué forma y manera iban a ser tocados dichos temas.

¡No lo sabíamos! Y esto nos causaba cierta desazón. Fue entonces cuando empecé a preocuparme más que a ocuparme, en lo que respecta a Redacción. Rozaba el agosto de 1976, los números 45 de K-7. Aquí comenzaron mis primeras desavenencias con el Director Periodista, desavenencias que quizás alimentadas en algún momento determinado por Lamich, me forzaron a prescindir de Armengou en Febrero de 1977. Fuere triste explicar con pormenores. Él se quedó con sus puntos de vista y yo me quedé con los míos.

Lamich se ocupó de la redacción hasta el Nº 51. Aquellos momentos económicos eran tremendos, derivados en muy buena parte por la distribución de K-7, Estados Unidos. Fui solamente yo el único responsable de tamaña ambición.

Los artículos que se publicaban en KARMA-7 no me llenaban, no sabía qué hacer. Lamich los decantaba en buena parte hacia lo que más sentía, Exoarqueología. En el verano de 1976, y con la carpeta de originales bajo el brazo, estaba en la playa de Tarragona, y me desesperé leyendo unos artículos a todas luces insípidos. KARMA-7 no podía seguir de aquella forma, hacía falta otro tipo de acción. Es la primera vez que cuento lo que ocurrió. Con este pensamiento perdí el conocimiento y sufrí una embolia. Se me dieron fuerzas para superarla. Un compás de espera. Nuevos matices. Indemnicé también a Lamich…

Conjuntamente con mi esposa —Directora a partir del N° 54—, comenzó una nueva época para KARMA-7. Desde entonces trabajamos mano a mano, de mutuo acuerdo y en franca colaboración. Sin su apoyo, me hubiera sido a todas luces imposible continuar con K-7; su equilibrado carácter me dio la paz y armonía precisos para desarrollar la labor que creo tener encomendada.

Fue en el N° 55, cuando al fin pude darme cuenta de que la meta principal en una persona no puede ni debe ser el dinero. Cuarenta y dos años de mi vida perdidos miserablemente. Nunca es tarde.

Quedarnos solos y cambiar las cosas todo fue uno. Bueno, lo que se dice quedarnos solos es un decir, ya que la amistad y el calor de Ramón Pedrosa y Mateo Mateu, no los olvidamos. La abnegación y la ayuda de Mª Cruz Vidal, fueron puestos de manifiesto durante mucho tiempo. Las colaboraciones desinteresadas de Marcela Soler y Sinesio Darnell, abrieron nuevas vías en el camino a seguir por K-7. Conocimos a Domingo Tricuera a Andrés Meco y muchos más. A todos ellos, les enviamos saludos de agradecimiento por su compañía y colaboración en aquellos días aciagos. Merece especial mención Conchita Rosich, quien desde entonces nos dedica cada tarde ayudando a mi esposa a dar salida a los pedidos de libros; gracias una vez más, Conchita por tu ayuda desinteresada y por tu amistad sin límites.

…y empezamos a darnos a nosotros mismos, queridos amigos, de una forma total y desinteresada y sin que mediara interés económico alguno. La cantidad de personas que nos han consultado es inimaginable y todavía lo es. No les cobramos ni un céntimo. Lo hacemos a gusto. Hacemos lo que podemos y orientamos como mejor sabemos a muchas preguntas que nos formulan. Y si no sabemos más, decimos que no sabemos más. Esta es la Ley del Amor, que unida a la Ley del Servicio, crea la Ley del Bienestar. Muchas veces hemos oído decir que la Felicidad no existe, esto, a nuestro entender no es exacto. Nos atrevemos a decir, que aunque sea muy limitado, el concepto dado a esta palabra, pueden apreciarse reflejos de Felicidad solamente con la entrega hacia los demás, con amor, sin esperar más.

KARMA-7 S.A., no gana dinero publicando la revista KARMA-7. Tenemos que fabricar 25 para vender 17, ya que los kioskeros tienen derecho a devolvemos lo que no vendan, y esto, amigos es un desastre; suerte que con el pago adelantado de las suscripciones nos podemos mover.

Entonces, ¿cómo podéis vivir?, os preguntaréis; pues sencillamente, nuestras entradas están con la venta de libros que nos hacéis y también con los posibles beneficios de la organización de Congresos y Seminarios. No tenemos detrás nuestro —como algunos sospechan—, ni a los Rosacruces, ni a los Masones, ni a la Iglesia Católica ni a la Protestante, no, tenemos a Alguien mucho más importante.

La Ley del Servicio funciona, lo decimos por propia experiencia, pudimos pagar todas las deudas, aunque tuvimos que vender la casa donde veraneábamos. Hacemos nuestro trabajo con gusto y con ilusión y estamos convencidos que es nuestra pequeña o grande misión.

¡Qué hemos visto muchas cosas! ¡Desde luego que sí! Desde la «desmaterialización» de una hermosa cámara fotográfica... hasta la posible posesión de una señorita por un «extraterrestre». Desde la dama que nos solicitaba un conjuro para «atraer» a su marido, hasta la magnetización de una naranja. Hemos visto quizá poco, pero hemos querido escuchar mucho.

A principios de 1978, organizamos la celebración del I CONGRESO DE LA OTRA MEDICINA (Curanderos-Sanadores); en marzo de 1979, el II CONGRESO DE LA OTRA MEDICINA, fue acogido también con gran expectación.

El I SIMPOSIUM DEL MAS ALLA, celebrado en el Hotel Mediterráneo, de Castelldefels, nos arrojó tal cantidad de pérdidas, que nos sirvió para espabilarnos en los próximos.

Castelldefels también fue escenario del I SIMPOSIUM DE TÉCNICAS DE CAPTACIÓN DE ENERGÍA PSIQUICA, del I SEMINARIO DE PRÁCTICAS DE FENOMENOLOGIA PARAPSICOLOGIA, del I y II SEMINARIOS DE TÉCNICAS Y PRÁCTICAS DE HIPNOSIS, del I SEMINARIO EXPERIMENTAL DE SANADORES, y del I SEMINARIO NACIONAL DE ESPIRITISMO, muy reciente todavía. Todos ellos tuvieron numerosa y calurosa acogida, y nos mueven en nuestra noble ambición de organizados cada día con unos temarios más sugestivos y constructivos. Aunque a veces en muchos momentos de la celebración de los mismos existan diversos roces aparentes, el móvil de los asistentes, es en general la evolución particular de cada uno y esto es una hermosa y gran señal, muy característica.

A continuación nos complacemos en citar a las personas que por sus méritos y abnegación por KARMA-7, se han hecho acreedoras a la Insignia de Oro. La primera de ellas se le concedió a Francisco de A. Rovatti, por su ayuda, enseñanza y consejo en la Organización del I CONGRESO DE LA OTRA MEDICINA. La cena-homenaje que organizamos con motivo de tal acontecimiento y la gran asistencia de lectores y amigos que a ella asistieron, fueron la prueba más palpable de su merecimiento.

Las números 2 y 3, les fueron concedidas a Elena Berrozpe y a su esposo, Eduardo Benabides,
Elena Berrozpe
fundadores de la Asociación Cultural Aracyse, de Zaragoza, por sus desvelos y trabajos en Pro de las Paraciencias, y por la ayuda desinteresada que siempre obtuvimos de ellos como conferenciantes en Congresos y Seminarios.

La número 4, le fue concedida a María Mellado, por su fiel y gran amistad con KARMA-7 y su asistencia en el I CONGRESO DE LA OTRA MEDICINA, presentando ponencia y presentación de las Directivas Inglesas de Sanadores.

En el Acto de Clausura del SEMINARIO EXPERIMENTAL DE PRÁCTICAS DE FENOMENOLOGÍA Y PARAPSICOLOGÍA, en Castelldefels, fueron impuestas las Insignias de Oro 5, 6 y 7. La 5 y la 6, a Marcela Soler y Sinesio Darnell, por sus colaboraciones desinteresadas en pro de K-7, su gran amor y simpatía hacia la revista y hacia sus dirigentes. La número 7 se le concedió a Conchita Rosich, tras sorpresa, admiración y satisfacción general, ya que su abnegada y nunca bien ponderada labor es de todos conocida. Nosotros quisimos que fuese precisamente la número 7 por ser el número característico de nuestra revista y por demás simbológico.

En el transcurso del Acto de Clausura del homenaje que los alumnos y amigos ofrecieron a Fermín Cabal, tuvimos la grata satisfacción de imponerle la Insignia de Oro número 8, por su contribución especial en favor de la Acupuntura y Digitopuntura en España.

Fue a Enrique Bueno, y en el Acto de Clausura del I SEMINARIO DE PRACTICAS EXPERIMENTALES DE SANADORES, cuando le impusimos la Insignia de Oro, la número 9, por méritos adquiridos por la gestión ante las Autoridades Sanitarias Españolas cara a una legalización de los Sanadores en nuestro país, así como el haber confeccionado unos Estatutos preliminares para la Regencia de dicha Colegiata Asociación.

La número 10 la ostenta Manuel Polo por su calurosa contribución en todos los Congresos y
Francisco de Assis Rovatti
Seminarios que hemos organizado, ponencias, demostraciones, etc., y por su ayuda moral y económica en el I CONGRESO NACIONAL DE LA OTRA MEDICINA. Dicho Acto de Imposición fue celebrado en la más exquisita intimidad.

Este año ha entrado en nuestras filas Pedro Antonio Quiñones, esoterista, en calidad de Jefe de Redacción; sujeto a unas normas, creemos que para bien, que no puede traspasar. Igualmente, forma parte de nuestro equipo, Ramón Pérez-Pujol, quien presentado por Fontrodona, está colocando a la Astrología en el lugar que le corresponde en nuestra revista, aparte de ser una gran persona a la que nos une una verdadera amistad. Y como más reciente introducción en nuestro Staff, no podemos olvidar a Teresa Claros, reciente Relaciones Públicas de K-7 y a la que tantos desvelos debemos.

Es curioso notar la encantadora afinidad entre K-7 y dibujantes y pintores. Ricardo Palacios, Juan Carlos Bayod, Willy Duyn y Tomás Gilsanz. Esto nos facilitó para que los dos últimos contribuyeran con sus pinturas a embellecer numerosas portadas de K-7, y Enrique Romero como dibujante. Gracias amigos.

Y gracias también a nuestros hijos Ramón y Jorge, que se complementan con nosotros montando y tecleando mes tras mes la revista, con esfuerzo denodado y a pesar de su joven edad.

Habréis percibido que en muchos momentos hablo en plural, significa ello que mi esposa corrobora mis palabras; otras en que me expreso en singular, cuento la historia vivida de K-7 en mí.

También intervienen en nuestra revista otras personas de forma casi anónima, como son Carole Ramis, en su calidad de articulista y traductora de alemán; Marius Lleget, traductor de inglés, y Liberto Fort, traductor del italiano.

Desearía que estas breves pinceladas de la historia de KARMA-7, no molestaran a nadie, no es ésta la intención; igualmente deseo se me disculpe por la posible omisión de alguna persona o dato que en estos momentos no acierto a recordar. Gracias a todos los que de una forma u otra habéis contribuido, colaborado o ayudado a nuestra revista y a nosotros mismos. Hacía tiempo os debía una explicación histórica y he creído era este mes con motivo del Aniversario, el momento más idóneo para hacerlo.

A Marius Lleget, Sebastián Fontrodona y Cayo Quiñones de León, podemos considerarles como los «abuelos de KARMA-7».

¿Qué más hemos aprendido haciendo KARMA-7? Pues que cada uno de nosotros lleva la chispa divina en sí mismo, este YO TRASCENDENTE e imperecedero, que en nuestra ignorancia y distracción queda confundido con nuestra mente objetiva y no nos deja ver con claridad diáfana lo que es más importante para nosotros. Hemos aprendido, sabemos, que nuestra mente es creadora, sí amigos, creadora a escala de microcosmos, naturalmente, pero creadora, y no lo decimos con soberbia, sino con agradecimiento a nuestro Creador, que así lo quiso. La fuerza del pensamiento humano es increíble, es el arma del futuro, ¡Ojalá los humanos sepamos comprenderla! Conocemos las leyes a las que antes nos referíamos, en fin, sabemos eso, que no sabemos nada, porque existen unos momentos en que más o menos algo se ve, pero se nos escapa con una facilidad asombrosa, como espejismos que son.

Hace tiempo prometí a varias personas que verían publicado en K-7, aquel bello POEMA DE GRATITUD, que alguna vez me oyeron recitar. Hoy como colofón a esta Historia, lo transcribimos íntegramente. Gracias a todos.


Ramón Plana y Montserrat Tomás



POEMA DE GRATITUD

¡Señor Jesús, muchas gracias!

por el aire que nos das,

por el pan que nos alimenta,

por la ropa que nos viste,

por la alegría que poseemos,

por todo lo que nos ofreces.


¡Muchas gracias , por la belleza del paisaje,

por las aves que vuelan en el cielo añil,

por tus dádivas mil!


¡Muchas gracias, Señor!

por los ojos que tenemos...

¡Ojos que ven el cielo, que ven la tierra y el mar,

que contemplan toda belleza!

¡ Ojos que se iluminan de amor

ante el majestuoso festival de color

de la generosa Naturaleza!

¿Y los que perdieron la visión?

¡Déjame rogar por ellos

a tu noble corazón!

Yo sé que después de esta vida,

más allá de la muerte,

volverán a ver con alegría incontenida...


Muchas gracias por mis oídos,

por los oídos que me fueron dados por Dios.

Muchas gracias, Señor, porque puedo escuchar

Tu Nombre sublime, y, así, puedo amar.

Muchas gracias, por los oídos que registran:

la sinfonía de la vida,

en el trabajo, en el dolor, en la lidia...

El gemido y el canto del viento en las ramas del olmo

las lágrimas doloridas del mundo entero

y la voz lejana del cancionero…


¿Y los que perdieron la facultad de escuchar?

Déjame por ellos rogar...

Sé que en Tu Reino volverán a soñar.


Muchas gracias , Señor, por mi voz

más también por la voz que ama,

por la voz que canta,

por la voz que ayuda,

por la voz que socorre,

por la voz que enseña,

por la voz que ilumina

y por la voz que habla de amor,

¡Muchas gracias, Señor!


¡Me acuerdo, sufriendo, de aquellos

que perdieron el don de hablar

y Tu Nombre no pueden pronunciar!...

Los que viven atormentados en la afasia

y no pueden cantar ni a la noche ni al día…

Yo suplico por ellos

sabiendo, pues, que más tarde,

en Tu Reino volverán a hablar.


Muchas gracias, Señor, por estas manos, que son mías,

sirviendo a la acción, al progreso y a la redención.

¡Te estoy agradecido por las manos que dicen adiós,

por las manos que dan ternura,

y que socorren en la amargura;

por las manos que acarician,

por las manos que elaboran leyes,

por las manos que cicatrizan heridas

curando las carnes sufridas

balsamizando los dolores de muchas vidas!

Por las manos que trabajan el suelo, que amparan el sufrimiento y enjugan lágrimas,

por las manos que ayudan a los que sufren,

a los que padecen...

¡Por las manos que brillan en estos trazos, como estrellas sublimes fulgiendo en mis brazos!


...Y por los pies que me ayudan a marchar

erecto, firme al caminar;

pies de renuncia que siguen

humildes y nobles sin reclamar.


Y los que están amputados, los inválidos,

los heridos y los deformados,

los que están retenidos por la expiación

por ilusiones de otra encarnación,

yo ruego por ellos y puedo afirmar

que en Tu Reino, después de la lidia

dolorosa de la vida

han de poder bailar

y en transporte sublime otros brazos acariciar.


¡Sé que todo es posible!

¡Aun lo que al mundo parece imposible!


Muchas gracias, Señor, por mi hogar,

el rincón de paz o la escuela de amor,

la mansión de gloria.


Muchas gracias Señor por el amor que yo tengo

y por el hogar que es mío...

Mas si yo siquiera

ni un hogar tuviera

o un techo amigo para cobijarme

ni otro abrigo para confortarme,

si yo no poseyera nada,

sino las calles y las estrellas del cielo,

como lecho de reposo y gruesa sábana,

y a mi lado nadie existiera, viviendo y llorando solo…

Sin alguien que me consolara.

Diré, cantaré, aún:

Muchas gracias, Señor,

porque te amo y sé que me amas,

porque me diste la vida

jovial, alegre por tu amor favorecido...

Muchas gracias Señor, porque nací.

Muchas gracias porque creo en Ti.


...Y porque me socorres con amor,

Hoy y siempre,

¡Muchas gracias, Señor!

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