lunes, 11 de febrero de 1974

Operación del corazón desde el "Más Allá...", Carole Ramis

El siguiente artículo es otra colaboración entre la revista alemana “Esotera” y Karma-7. En esta ocasión Ramis no habla sobre ufología, sino sobre la curación del cuerpo físico a partir de intervenciones en el cuerpo astral. El artículo apareció en el número 15 de la revista Karma-7 fechado en febrero de 1974.

Víctor Estrada


Operación del corazón desde el “Más Allá…”

Al hombre que puede agradecer Rho Sigma (corresponsal de ESOTERA en USA) su curación de un grave infarto de corazón, es el reverendo de una iglesia espiritista del sur de USA. Este médium está constantemente en peligro de graves sanciones por parte del Gobierno y la Cámara de los médicos. Para dificultar su identificación, Rho Sigma le llama, en su reportaje, el Reverendo X, como instrumento de un «team» de 28 médicos del más allá que se valen de su propio cuerpo y así, de esta forma, este hombre cada día efectúa casi unas milagrosas curaciones.

En las siguientes sentencias se ha cristalizado una opinión mía certera:


1.° La vida infinita de nuestra alma es un hecho.
2.° Hay posibilidad de establecer comunicaciones entre los vivos y los muertos, bajo ciertas condiciones.
3.° La muerte es sólo un episodio en nuestra perenne existencia.


(Sir Oliver Lodge, Physico Inglés, 21 agosto 1926)



Cuando el 17 de marzo de 1973 la revista «Psycic News», de Londres, publicó en primera página la fotografía e interviú de una joven médico alemana, que en junio de 1971 tuvo una intervención quirúrgica de Tony Agpaoa, de Filipinas, con un gran éxito en una grave enfermedad de corazón. El diagnóstico de los médicos era sobradamente conocido: «enfermedad cardiaca muy grave*.

La operación duró sólo 1 minuto y en este escaso tiempo se desmayó su esposo, que también es médico, de la impresión recibida.

Entonces la doctora alemana se juró que publicaría todo lo ocurrido, para que el mundo entero lo conociera; siempre, por supuesto, si sanaba de la enfermedad. Desde entonces la doctora se ha desplazado a Filipinas y ha asistido como testigo ocular en 1.498 operaciones del «más allá», incluso ayudando como podía, ya que organizaba vuelos especiales desde Europa, en los que viajaban todos los enfermos que habían sido condenados por la ciencia médica europea oficial.

La doctora declara: «He hecho muchas fotografías durante estas operaciones, y estoy convencida que él (Tony Agpaoa) es auténtico, pero en Alemania Occidental no puedo decir mucho, porque los métodos de Tony Agpaoa los calificaron de no éticos. El no podría trabajar en Europa; su opinión no concuerda con la de los científicos típicos que no quieren tener nada que ver con lo espiritual».

El valor de esta joven médico alemana me ha animado a describir para los lectores mis experiencias personajes. Se trata del fenómeno del «Psycic Sugery», una operación del cuerpo astral a un ser humano por cualificados médicos del otro lado, que durante toda su vida han sido médicos.

Por motivos fáciles de adivinar, me es imposible dar nombres y direcciones de los que viven en USA; primero porque es su propio deseo, ya que significaría el fin inmediato de su sagrada labor, puesto que el Gremio de los Médicos es el grupo de los mejores pagados en todo el mundo. Una competencia con precios bajísimos no tendría ocasión ni para sobrevivir un solo día. No obstante, el hombre opera, aunque su función en estas operaciones es la de «médium», a algunos personajes que los demás médicos han condenado a muerte; es tanto su éxito, que incluso tiene una lista de espera, de más de un año. En él no se trata, como en los demás, de «milagros médicos», sino que son verdaderas operaciones del cuerpo astral y no en el cuerpo físico del paciente. En su caso lo son sin sangre y sin dolor.

Para que comprendan el verdadero valor de estas intervenciones y como ustedes ya saben que toda clase de disgustos y tragedias del alma se intensifican en el físico, voy a relatarles lo siguiente:

En el año 1971 tuve, por maniobras de los estafadores, unas pérdidas económicas absolutas de todo nuestro común trabajo durante 20 años, después de nuestra emigración a América. Mi propio hogar y mi posición, todo se fue a diablo y me encontré en una época que había más de 5 millones de personas sin trabajo. Otra estafa me provocó un repentino infarto de miocardio, el típico síntoma del corazón destrozado. Después de una estancia de 3 semanas de intensiva curación en nuestro hospital, me dejaron como un inválido imposible. Era incapaz, sin mi mujer, de ir hasta delante de mi puerta. La cuenta del hospital, que ascendía a 100 dólares diarios, hizo una enorme brecha en mis ahorros. Una empresa de seguros rescindió mi contrato por demasiado riesgo. La operación a corazón abierto no podían efectuarla, por faltarme medios monetarios suficientes (costaba 53.000 dólares la operación sólo; luego la recuperación).

El problema de encontrarse enfermo en USA hace tiempo que constituye un escándalo nacional.

Ya había sido desahuciado por los médicos, cuando por casualidad recordé haber leído, antes de mi infarto, los sorprendentes resultados que un «médium-médico» obtiene efectuando operaciones en el «cuerpo astral». Mí mujer, que es un médico oficial, se enfrentó con escepticismo a estas noticias, pero tras mis reiteradas insistencias me acompañó con reservas a las más lejanas provincias de los estados del sur de USA; una larga jornada de 12 horas de viaje ininterrumpido.

Al «médium» se le conoce como sacerdote espiritista, que es una forma de estar a salvo de las garras del Sindicato de Médicos, y lo que les voy a explicar ahora, seguramente les parecerá un cuento de ciencia-ficción; yo mismo lo creería si no me hubiese pasado a mí personalmente, pero les aseguro que todo es verdad:

Antes de emprender el viaje convine con mi médico oficial una hora de visita para un chequeo de mí corazón; mi médico ya conocía mi delicado estado; la fecha de visita quedó para una semana después de mi vuelta a casa, sin que él estuviese enterado de mi visita al medium del sur, para someterme a unas operaciones y curas astrales… Después de la consulta y de haberme inspeccionado minuciosamente, movió asombrosamente la cabeza y, perplejo, tuvo que volverme a chequear; inspeccionó por varias veces consecutivas la presión sanguínea y, finalmente, acabó por declarar que: su corazón está PERFECTAMENTE BIEN; POR DIOS, ¿QUÉ HIZO USTED? HA EXPERIMENTADO UNA MEJORÍA INCREIBLE. Seguramente si le hubiese explicado mí aventura, me hubiese enviado al psiquiatra.


“Top of the Morning”


La mañana de nuestra llegada a la casa del Reverendo X (así llamaré al médium) me condujeron a una sencilla habitación de su casa; en medio de ella había una mesa de operaciones con un lino muy blanco y limpio; en la pared había un cuadro con motivos religiosos La esposa del Reverendo X tomó asiento en una esquina de la habitación, para apuntar los diagnósticos siguientes:


A las 8 en punto el Reverendo X se sienta detrás de la mesa de operaciones, su mujer enchufa una música estereo, con música celestial muy suave; hubo un corto rezar de todos a tono audible. Pocos minutos después el Reverendo cae en sí mismo al suelo y entra en trance; a los pocos segundos se vuelve a levantar con las facciones totalmente cambiadas. Aparte de mí hay otro paciente en la sala y todos observamos en silencio. Una voz desconocida sale de la garganta del «médium», habla un inglés distinguido del pasado siglo, como su guía espiritual (spirit guide), un Dr. Spaulding, entonces Theologo Inglés.

La señora X me presenta al “medium” como el primer paciente.

Todo el desarrollo de la situación resulta bastante escalofriante. El inmediato cambio de la personalidad del “medium”, que se desarrolló delante de nuestra vista, fue tan rápido, que me fié ni de mi vista.

Todo pasó en pleno día y la diferencia del lenguaje es más grande que una conversación entre un pescador del norte (Alemania) y un académico austríaco. Después de su saludo y corta explicación del «modus operandi», declara que va a ofrecer su cuerpo al médico que hace el diagnóstico, un tal Dr. Murphy, que actuaba en Irlanda. Vuelve a efectuarse un inmediato cambio en la personalidad del «médium». Un alegre «top of the morning» en un fuerte dialecto irlandés, las facciones fáciles cambian visiblemente. La mujer del Reverendo X recibe un saludo, como si fuese la vecina de la casa, incluso intercambian pequeñas frases sobre cómo está el tiempo, y a continuación el Dr. Murphy se ocupa del asunto.

Me piden que me incorpore con mi albornoz sobre la mesa; el albornoz no tiene importancia, porque el Dr. Murphy es capaz de ver a través de él mi cuerpo físico. Incluso si hubiese llevado un traje de buzo, no hubiera habido ningún problema, ya que su dictamen médico abarca todos los órganos sin necesidad de tocarme en absoluto, desde la cabeza a los pies. La señora X toma nota de todo cuanto ocurre.

El Dr. Murphy dice que mi pierna derecha necesita un pequeño arreglo ortopédico, que él mismo lo haría inmediatamente. Y, efectivamente, lo hace con un pequeño, pero fuerte tirón y se oye un ruido del hueso y éste queda en su sitio.

El Dr. Murphy me comunica que me va a hablar el especialista de corazón y esto me sorprendió, porque hasta el momento yo no había dicho a nadie qué enfermedad padecía. El Dr. Murphy hace una pequeña broma con la esposa y se despide.

En su lugar aparece otra personalidad, la número 3, puesto que el cuerpo sigue siendo el del «médium». Esta vez es un antaño cirujano especialista en corazón que había trabajado en Inglaterra, que me habló bajo y suavemente con un inglés de Oxford y me dijo:

Tenemos aquí una fuerte inflamación y cicatrización en la válvula pulmonar, con calificación del ventrículo mitral, etc. Me efectuó un diagnóstico que es imposible efectuarlo más preciso y que sin abertura del órgano era imposible de detectar. Acabó diciendo: Bien haré lo mejor que pueda, y empezaron los preparativos de la operación.

A mí me explicaron que mi cuerpo astral se levanta un poco de mi cuerpo físico, para más fácil manejo. Como 3 cms. encima de mi brazo derecho, el «médium» da una inyección invisible con su mano derecha. Automáticamente mi pulso se pone más lento y débil. Estoy completamente consciente, notando toda la operación, que duró 25 minutos. Con mucha atención observo las manos que con movimientos rápidos y con destreza, efectúan encima del corazón la operación astral. De vez en cuando de la boca del «médium» sale una orden a sus invisibles asistentes y enfermeras, que dice: Scalpell.

En cierta ocasión a la señora X le dicen que no estorbe y no es que ella estuviera encima de la mesa, sino porque, según me explicaron, la habitación está llena de médicos, enfermeras, hermanas, aparatos de cirugía e instrumentos análogos. La respiración del «médium» se acelera como un cirujano que trabaja con mucho esfuerzo. Yo, mientras tanto, aseguro que no me encuentro ni hipnotizado, ni en trance, ni narcotizado físicamente.

Cuando la operación termina me hacen tomar un reforzado caldo de carne y me ordenan que esté en mi cama echado muy tranquilamente por 24 horas, para que el corazón de mi cuerpo pueda acostumbrarse a la cambiada estructura del órgano astral. Sin ninguna ayuda me dirijo con mi propia fuerza hacia mi habitación y dejo perpleja a mi mujer, mientras puedo respirar libre y profundamente por primera vez en muchos años.

Ni durante la operación ni después noté ninguna anomalía, ni dolor, ni malestar en mi cuerpo. Unas horas después me vino a ver el Reverendo X, con sus habituales facciones de tranquilo hombre del sur y se interesó por mi estado.

Yo le pregunté detalles sobre la dieta que tengo que seguir y me contesta que esto se lo pregunte a su mujer, puesto que él no tiene ni el más mínimo recuerdo de todo lo que hizo y dijo el «cirujano astral de Oxford».

Me confesó que él se encontraba en otro lugar, no muy lejos de aquí, pero sólo su cuerpo físico se encontraba allí, porque servía como instrumento al «team».

Al día siguiente desayuné jugo de naranja, tostadas, huevos y café; 24 horas después de una operación a corazón abierto ando perfectamente bien, sin ninguna queja y sin ningún dolor. Los consejos que tengo que cumplir para la mejora son simples: 3 días sin conducir, 5 semanas sin levantar nada con la mano izquierda, 3 meses sin dormir hacia el lado izquierdo; cada día, hasta el final de mi vida, tomar la vitamina E conocida por 6001.U.

De la operación no tengo que pagar nada, solamente un modesto precio por habitación utilizada, incluyendo la ligera comida. El reverendo X no tiene ningún gasto porque no tiene ningún asistente, enfermeras, ayudantes, etc. El Reverendo X opera 4 días a la semana y el máximo son 3 pacientes por día. Su sueldo son voluntarios donativos para su iglesia, así él puede emplearse a fondo en su misión. En su casa no hay servicio y después de su casi diario trance el Reverendo X necesita de una hora, por lo menos, para recuperarse y reencontrarse a sí mismo, a veces dura más de lo normal y es más dificultosa la integración. Yo mismo he sido testigo de

su reintegración a su personalidad y es como un lento despertar de una narcosis nada agradable. ¿Por qué carga con estas molestias? ¿Tiene algo que ver con su KARMA? Dice que esta vez le toca ayudar en esta vida y no da más explicaciones.

Si ustedes creen que yo, como ingeniero, he sufrido un autoengaño, o he sido víctima de una autosugestión, les recomiendo que pregunten a mi mujer sobre su propia experiencia. Ella, como experimentada asistenta de laboratorios médicos, no había dado ninguna importancia a las charlas sobre el cuerpo astral y en la segunda guerra mundial ha visto muchas penas para poder creer en milagros.

Mi mujer, desde los 15 años, sufre esporádicas molestias en el disco vertebral y repentinamente aparecen los dolores, inesperadamente desaparecen.

Durante nuestro viaje al sur del país fue víctima de uno de estos ataques de dolor. La explicación que sobre el asunto dio el Reverendo X, ella la escuchó con abierto escepticismo y rechazó su ofrecimiento de ayuda. Como sea que sus dolores se acentuaban, por fin decidió recurrir al Reverendo X y éste !a ayudó. Fue incapaz de subir a la mesa por sí sola y la tuvieron que subir; los acontecimientos se desarrollaron como en mi caso. Aparición del Dr. Murphy y diagnóstico certero de éste: Perforación del disco vertebral entre la 3ª y 4ª vértebra. Luego apareció un cirujano especialista en huesos, también inglés: El disco perforado hay que eliminarlo y reemplazarlo por una sustancia nueva de hueso; la sustancia la ganaremos de la cadera. En su operación sí notó algo y preguntó ¿Por qué?, a lo que le respondieron que los escépticos tienen que notar algo de dolor para convencerles de que realmente se está trabajando sobre ellos.

Las manos del «médium» empezaron a trabajar a unos centímetros sobre su espina dorsal, estuvieron continuamente golpeando y recibiendo algunos invisibles instrumentos de trabajo, hasta que, por fin, el especialista dijo que el dañado disco ya estaba quitado y empezó a perforar sobre su cadera.

Durante toda la operación también ella permaneció totalmente consciente y terminó con éxito, después de transcurrida una larga hora sin ninguna queja.

Como aún estaba bajo narcosis astral se levantó muy débilmente, pero sin dolor y sin ayuda y se fue hacia la puerta sin ninguna dificultad; me parecía increíble lo que estaba viendo: hacía tan sólo una hora mí mujer se retorcía de dolor, que la impedía moverse, y ahora andaba perfectamente bien, sin ninguna molestia.

Sin embargo se la informó que en cuanto desapareciese la narcosis astral sentiría un pequeño dolor, como si fuese de las muelas, en la espalda y la cadera; eran dolores postoperatorios muy normales; efectivamente así ocurrió durante el transcurso de la noche, pero sin embargo pudo moverse sin ninguna dificultad y el dolor fue cediendo día a día hasta llegar a recuperarse totalmente.

Cuando estuvo completamente recuperada, el Reverendo X le sacó una radiografía de su espina dorsal para convencerla a ella misma que la perforación del disco vertebral ya había desaparecido y había sido reemplazado por uno nuevo. Y hoy mi mujer puede demostrar al mundo entero que no existe ningún tipo de anomalía en todos sus huesos. Si alguna vez hubo una demostración de «materialización y desmaterialización», ha sido esta operación astral.

Nuestra aventura con «Psycic Sugery» no es la única, hay muchas historias paralelas, como la de 1957 ocurrida en Inglaterra, como un médico muerto-viviente, de nacionalidad alemana, en comunidad con 22 médicos astrales más y con la ayuda de un «médium inglés», diagnosticó y operó á más de 70.000 pacientes en Inglaterra, Alemania y Africa del Sur.

En un reportaje del Brasil se afirma lo mismo, y se asegura que en un próximo futuro las operaciones astrales van a ser frecuentes para todos nosotros, quizá la sorpresa más grande de toda nuestra época.

Nada más, queridos lectores; sólo me falta añadir que el ingeniero conocido por Rho Sigma vive todavía hoy en USA y es bien conocido y muy famoso por sus «bestseller» que escribió hace ya dos años, con el título «Forschung in Fesseln», o sea «Avances científicos encadenados», que ha sido un libro muy avanzado y francamente valiente; por esto recomiendo a todos los lectores de KARMA-7 que lo lean, si alguna vez llega a traducirse al español.

En un próximo número ya les informaré sobre una interviú efectuada al Reverendo X.

Carole Ramis
Traducción de ESOTERA

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