domingo, 11 de noviembre de 1979

¿Existe una base extraterrestres en las Baleares?, Carole Ramis

Carole Ramis
En este artículo, publicado en 1979 por Karma-7 en dos entregas, Carole habla de una de sus especialidades: los avistamientos de las Islas Baleares. Al respecto comentaré que recientemente, 2016, el Ministerio de Defensa a desclasificado los informes recopilados durante los años 1962 y 1995 sobre esos avistamientos.

Las experiencias que explica Carole, si nos fiamos de todos los testigos (ella era demasiado confiada), son bastante sorprendentes. El artículo está redactado de una forma muy peculiar, hay que pensar que Carole (nombre real Charlotte Duschanek) es de origen austriaco. Casi todos los nombres de los lugares estaban incorrectamente escritos, es lo único que he corregido. También comento que algunas imágenes que acompañaban al artículo original no las he incluido ya que no tenían nada que ver con el texto.

Víctor Estrada



¿EXISTE UNA BASE EXTRATERRESTRE EN LAS BALEARES?

Carole Ramis

Primera parte: Revista Karma-7 número 84, noviembre de 1979


Para contestar satisfactoriamente esta pregunta, tendré que empezar por mis investigaciones del año pasado y el anterior, para llegar a la conclusión, a través de sus últimos movimientos, que realmente puede existir una base, que el año pasado estaba ubicada entre Ibiza y Mallorca, así me lo afirmaban ellos, y los testigos que he podido entrevistar durante todo este año pasado y el actual.

El año pasado, esta supuesta base submarina estaba mucho más cerca de Ibiza, pero tuvieron que cambiar, y están ahora por Mallorca, por esto hay muchos testigos que además les pueden ver en un lugar exacto, donde entran y salen de la mar.

Después de mi conferencia que di en el Congreso Nacional de Ufología en el último mes de diciembre de 1977, contando estos movimientos entre ambas islas, a través de múltiples testigos, que entrevisté también en ambas islas, ellos tenían después un acelerado trasvase, de levantar su base submarina cerca de Ibiza a las costas norteñas de Mallorca y costas catalanas. Se interesaron algunos señores por ello, rondando estas, regiones con barcos sondas, y que por poco acertaban. Pero la base es movible, porque consiste en 8 naves y estas mismas se juntan, para formar dicha base submarina.

Yo me apoyo en las declaraciones de mis testigos, que me han ofrecido incluso presentar una ratificación de Notario. Para llegar a mis últimas noticias mallorquinas, de una cinta, con una conversación de unos radioaficionados con unos supuestos extraterrestres, que dicen venir de Alfa Próximo Centauro.

Tendré que empezar por el verano de 1977. Era el mes de agosto, el 23 de agosto a las 12 y media de la noche por unas costas, que se llaman «Costas de Mallorca» entre Porto Cristo y Portocolom. Un matrimonio que venían en su velero de 10 metros y 6 camas, desde Menorca hacia su casa en Portocolom, donde veranean. Él es mallorquín y ella asturiana, me pidieron entonces de silenciar sus nombres. Por Menorca hubo una tempestad con lluvias y tormentas, pero al llegar hacia Mallorca se había calmado el mal tiempo, ellos empezaban a disfrutar su afición de llevar su balandro. Al llegar a Cala Rajada, su marido le dijo de quedarse a dormir en este puerto, pero la mar estaba tan lisa y con brisa en favor, que ella le convenció de ir a Portocolom.

Eran las 5 de la tarde. El marido le repuso:
«Pero llegaremos de noche, si no te importa».

Así, rumbo hacia Portocolom, donde están sus hijos. Después de los preparativos, salían a las 8 de la tarde (en verano es aún de día) iban felices con música, la mar tan lisa y calmada, vieron barcas de pesca, las de calamares, los típicos «llaüts», barcas mallorquinas, cuando a raíz de este tiempo tan en calma, cambiaron de parecer, queriendo llegar hasta Porto Cristo para cenar e incluso quedarse a dormir, que entre Porto Cristo y Portocolom, hay sólo unas 2 horas y medía, con su barco, que hace sus 6 millas. A las10 y media de la noche se levantaba una brisa fresca y miraron a su alrededor, todas las barcas habían desaparecido, de repente se encontraron solos en medio del mar.

Su marido le dijo:
«Mira pondremos el piloto automático y entraremos para guardamos del frío».

Ella, en vez de entrar, prefería disfrutar de la luna llena, las estrellas, el mar tan liso. Iban costeando a 6 millas de distancia, viendo Porto Cristo, el piloto automático iba rumbo hacia este puerto. Ella estaba sentada en la proa, soñando con el apacible ambiente, casi abstraída, cuando ve surgir sigilosamente del mar una luz, una sola luz, forma medio romboide, color rosa, rojiza, anaranjada, muy luminosa, forma triangular, se quedó mirando pensando que esto no es ninguna barca.
Surgió lentamente, para terminar en esta forma de medio romboide como ella lo comparó a la copa de un pino. Comparó con la luz de la luna el horizonte y el acantilado de la costa, pero no se equivocó, salió del medio del mar. Ve con claridad toda la forma luminosa, quieta, donde el agua no hay nada, ni color, ni forma de barca.
Pensó estáticamente durante 2 minutos, cuando empezó a llamar a su marido, que estaba leyendo abajo en el camarote:
«Ven», le dijo aún tranquilamente, pero su marido no quiso salir al no llevar sus botas puestas. Le insistió y se puso a medida de la tardanza, más nerviosa, hasta impacientarse, cuando salió con mucha calma, al estilo de buen mallorquín, indicándole esta forma en medio del mar. «¿Qué es esta luz?» Su marido pensativo, veía que no era una barca, tampoco pudo identificarlo, y al no creer en absoluto en OVNIS, dijo que no es una barca, ella insistiendo, poniéndose más nerviosa:
«Entonces, qué puede ser?».
Su marido por fin dijo que era un pino que se está quemando. «¿Cómo un pino en medio del mar, quemando?».
Pero a él le costaba confesar, aunque veía, que era insólito, ya que siempre se reía de la tesis de que puedan existir «platillos volantes». No obstante bajó al camarote por la máquina fotográfica, para sacar algunas fotos, pero se dio cuenta que, sin flash, no conseguiría nada; así, con sus anteojos, escudriñó el fenómeno mucho tiempo, pero no pudo ver ningún barco, que podría tener relación con este romboide anaranjado, que no sólo perfilaba sus colores, sino lleno de luz más blanquecina, muy brillante, el contenido; en cambio, el contorno era más rojo fuerte, pero al mismo tiempo era transparente. Este medio romboide estaba a una milla de distancia de ellos. El barco, aquí vuelvo a insistir, que tenía el piloto automático con dirección hacia Porto Cristo, puesto que ellos veían la costa a 10 minutos cerca, seguía andando haciendo sus 6 nudos, que era su velocidad normal.

El marido después confesó que le costaba admitir que podría ser un OVNI, creo que ha hecho bien de sugestionarse a él y a ella, para no tener miedo, de lo que sentían. Porque el miedo se apoderó de ellos. Como los dos son muy marineros, no chillaban, se comportaban lo más normal posible. En estos momentos, observaron cómo esta luz romboide se iba hundiendo lentamente, hasta desaparecer. Se quedaron intranquilos, pero al mismo tiempo aliviados, al no ver nada más. Ella dijo que podrían salir otra vez, pero su marido creía que podría tratarse de una sugestión de ambos. ¡Si, si! Tenían el faro de Porto Cristo muy cerca, se alegraban que sólo les quedaban 10 minutos para llegar. Vamos lo antes posible al puerto dijeron, ya que ella sentía miedo, cuando al cabo de un momento, más cerca a ellos, o sea como 1/2 milla de distancia, ven surgir (bueno, las distancias en la mar sobre todo en la noche, son difícil de precisar, pero ellos veían este segundo fenómeno más cerca que el primero). La luna llena, o sea el reflejo del canal de la luz lunar estaba
entre medio de ellos y la primera forma romboide, cuando empezaba a surgir otro triángulo o medio romboide, hasta 4, que se quedaron inmóviles flotando, con la misma característica de color, centelleante y separados entre ellos con un corto espacio. Pero aún viene algo más alucinante. Surgen 4 formas más, poniéndose delante de los primeros. Y surgen 4 formas más, poniéndose delante de estos últimos. O sea, hay una formación de 12 romboides, cada una de una fila de 4. La altura de ellos debía ser de unos 50 metros, que ellos lo comparaban con el acantilado de estas costas, que tienen de 30 a 40 metros de altura, y que las formas anaranjadas pasaban encima de las montañas. Ellos contaron los romboides a medida que salían del mar hasta llegar a 12, que se quedaron inmóviles durante 12 a 20 angustiosos minutos, cuando ya les
cogió el pánico.

Este matrimonio, muy gentiles al relatarme toda esta aventura por mar, son gente joven, de media edad, con 4 hijos, la hija mayor tiene ahora 20 años, muy normales, equilibrados y sobre todo, muy marineros, tienen muchas horas y millas de mar, participan en regatas todos los veranos, bueno, yo creo, un buen mallorquín, es de los mejores marineros en nuestro país, igualmente los ibicencos, lo sé muy bien, que mi marido ha sido igualmente un gran marinero, muchas anécdotas podría contar sobre sus hazañas, quiero con esto subrayar que, además, son gente sin exagerar.

Pues así, con estas misteriosas antorchas, les cogió el pánico. Ella quitó el piloto automático, cogió el timón, poniendo a toda marcha el barco, haciendo unos 8 nudos, lo máximo que puede dar este motor, siempre rumbo a Porto Cristo, insisto en el rumbo, porque aún viene lo peor, su marido le gritó: «Vas a quemar el motor», pero ella parecía que tenía la furia detrás de ellos, forzaba el barco, ya tenían el faro de Porto Cristo delante, tenía las rocas tan cerca que se estrellaban contra ellos. Su marido le gritó: «Vamos a estrellarnos», pero ella prefería ir a las rocas y saltar, no le importaba, le parecía estar más a salvo estrellándose.

Ahora, en este momento conmigo, analizándolo, me dijo, si hubiesen estado en medio del mar, hubiese usado la brújula, pero encontrándose tan cerca del puerto, no hacía falta ya. Pues no llegaron nunca a Porto Cristo. Llegaron a Portocolom; ¿cómo? Jamás se lo han podido explicar. Lo importante en este caso, es que ellos querían llegar a Porto Cristo, a toda costa, porque así
se hubiesen alejado de los 12 romboides, en cambio si iban a Portocolom se acercaban a estas formas rojizas. Cuando ellos se dieron cuenta, sin saber hasta ahora cómo, se encontraron en Portocolom; ni ella sabe si llevaba en este momento el timón o no. Ellos se encontraban en este lapsus de media hora en este puerto. Ella me asegura que tenía delante de ellos el faro de Porto Cristo. Yo le dije: «A lo mejor se equivocó y creyó ver el faro de Portocolom». «No, no podía ser, que de este punto no se ve el faro de Portocolom, que no está en línea recta, sino hace esquina, y además hubiese tenido que girar para llegar a Portocolom. Ellos estaban a 10 minutos del faro de Porto Cristo, lo veían perfectamente.

Aún siguen los 12 romboides fijos en el mar; ella llevaba el barco a tope; ella le preguntó si se movían estas formas, cuando se iban hundiendo lentamente, primero los romboides de delante, una a una, hasta que las 12 formas desaparecen y al mismo momento surge una bola de luz anaranjada, no tan transparente, sino más opaca, más material, pero no surgió, sino estaba ya en el mismo sitio de las 12 formas romboides, con una luz muy potente sin centellear. Esta bola sí que venía hacia ellos, del tamaño de una barca grande, no con la altura de los primeros, sino altura de barca. Venía con bastante velocidad, pero el marido quiso tranquilizar a ambos, diciendo que esta vez sí es un barco. Tenía un foco muy fuerte, dirigido hacia ellos, pero ella no creía que sea una barca de pescador, por esto él sugirió de esperar, hasta que esta bola pase
dentro del reflejo del canal de la luna, para ver exactamente si era una barca. En pocos momentos se acercaba al canal de luz lunar, donde ellos también se encontraban. Según se acercaba, podían ver que su rumbo era algo más hacia mar adentro, pero de lejos parecía venir directamente hacia ellos.

Yo pregunté si veían si se desviaba, al acercarse, pero de esto no se han dado cuenta. En el preciso instante de entrar en el canal lunar, desapareció. Se apagó. No había ni rastro de la bola, no cruzó el canal lunar, no había nada, ni si quiera el reflejo de esta luz. En este momento esta bola-luz estaba muy cerca de su barco, unos 50 metros. Lo curioso es que, ella tenía la impresión intuitiva de que debajo de ellos había algo; prueba de ello, que durante este trayecto, a pesar de
llevar el timón, en parte que miraba a los 12 romboides, no dejaba de mirar hacia abajo, presentía que algo había debajo de ellos, y de esto tenía más miedo que de las 12 antorchas, que al fin y al cabo estaban quietas en una lejanía próxima. Su marido, como buen marino, no tenía miedo, sino preocupación a lo desconocido, ella en cambio quería ir directo a las rocas de la entrada de Porto Cristo, por el inmenso miedo que sentía. O sea que parecía un acto suicida, de querer saltar a las rocas, supongo sacrificando el barco incluso. Le pregunté si se daba cuenta de esta acción
suya, pero a ella le daba en este momento igual, sólo quería pisar tierra firme. A mí me parece que esta bola luminosa que venía hacia ellos, era parte de una nave, era la luz reflectora de los desconocidos, que iban sumergidos debajo de la superficie del agua. Al llegar al canal lunar, o se sumergían más profundamente o entraban en otra dimensión, para el ser humano invisible. Pues no es así.

Los extraterrestres llaman a estos romboides rojizos, como mi amiga testigo y marido veían muy bien, las Cabezas de Pistas para sus aterrizajes. Digamos que ellos viajan en otras dimensiones, o sea no visibles al ser humano. O sea para aterrizar y bajar al fondo del mar necesitan unos convertidores para que ellos puedan cambiar sus naves de la dimensión X a la 3ª dimensión, porque debajo del mar están en la 3ª dimensión. 19 segundos antes de la llegada de una nave avisan a la base para que se ponga en función este campo de energía que se encuentra unos 70 a 80 metros debajo del agua y estos 50 metros encima visible, que llaman un «convertidor de dimensiones». Suponemos un borne debajo del mar con un borne en la superficie, o sea uno negativo el otro positivo, creando un campo de energía que actúa en su momento sobre la nave que pasa debajo de este convertidor para poder pasar a la 3ª dimensión. Pero sigamos con mi testigo:

Ella no dejó de mirar para abajo, presentía algo que venía de las profundidades (ahí hay unos 200 a 500m de profundidad), saliendo de este shock tan fuerte, se preguntaron al mismo tiempo: «¿Y dónde estamos? ¿Dónde está Porto Cristo? Pero si esta costa la conozco, pero si estamos en Portocolom. Se encontraron como despertándose de un sueño, como si despiertan de una hipnosis. Ellos no daban razón de su existencia, ni se podían explicar cómo ha podido suceder en encontrarse en una dirección contraria, y esto en un corto tiempo, como 1/2 hora máximo. Normalmente tardarían 2 horas y 1/2 de un puerto al otro, que dista unas 9 millas de distancia. Podría ser una «proyección sugestiva». Todas estas antorchas, la bola de luz, además ella intuía seres que estaban debajo de ellos. Hasta ahora su marido, buen marinero de su barco, no ha encontrado ninguna explicación de su desviación, excepto que por imán o magnetismo han sido atraídos y por esto se encontraron rumbo al revés, en Portocolom. Yo aquí le sugerí que a lo mejor había corrientes marinas, que me negaron rotundamente, encontrándose además el mar en calma chicha. Cabe suponer que ellos, los extraterrestres, son pacíficos, al captar la idea suicida de ir contra las rocas, de salvarles, desviándoles en un instante a 9 millas más lejos, y en dirección opuesta. Pues tampoco es así.

Estos romboides, que producen un campo de energía, según explicaciones de nuestros amigos extraterrestres, tienen un límite. Si este barco está en la raya del límite, salen expulsados, en un momento, hacia otra dirección, y por lo tanto salvados, pero si están dentro del campo de energía, el barco desaparece para nosotros, y ellos se encontrarían en otra dimensión. Pero estos percances no les han pasado aquí, en el triángulo balear. Me atrevo ahora a pensar en alto:

«El triángulo de las Bermudas, pongo un interrogante?...

Referente a la Bola que veían que se acercaba, pero al final tenia otro rumbo, ellos, los amigos del espacio, los llaman boyas-detectoras, van teledirigidas, sale una primero, antes de los romboides y después también, precisamente para observar si hay obstáculos alrededor. Otro caso en Mallorca, a los cuales les pasó un poco peor. Una barca de unos 6 metros, iban 2 pescadores, vieron salir algo del mar y ya volcaron. Estaban bastante lejos de tierra, y buen susto para salvarse, tanto que ni podían apreciar qué es lo que les salía al paso, de debajo del agua.

En fin, entran salvados, como sea, al Portocolom, eran la 1’30 de la noche, decidían quedarse a dormir en el mismo barco, exhaustos, diciendo ella que aquí están a salvo. Pero la sensación de que les seguían, hasta la entrada al puerto, la tenía, mirando constantemente hacia abajo. Aquí le pregunté, si le pasaría otra vez, tendría miedo como aquella noche. Dijo: «No sé, no creo, pero sí sé, que ahora tengo necesidad de verles, ahora espero con ilusión de encontrarlos», además tiene la certera intuición de saber cuándo los van a ver, como a su marido le pasó mientras tanto 3 veces más, el año pasado, el último verano.
Con diferentes testigos. Su marido se ha visto también cambiar: él, que no creía en ellos, está feliz, cuando los puede ver y comunicarse con ellos. Ella ha tenido un cambio extraño, lo observa consigo mismo. Se siente feliz cuando tiene un encuentro. Esto, lo estoy observando con muchos otros testigos en Mallorca, que tienen esta misma sensación de felicidad.

Su marido le dijo: «Esto no vamos a contarle a nadie, que nos tomarían por locos, pero a nuestros hijos si». Al llegar a su casa en Portocolom, cuál es su sorpresa que sus hijos les cuentan a ellos, que esta noche anterior, unos amigos de ellos estaban en la terraza, mirando hacia el mar, cuando veían unas luces muy extrañas, unos reflejos mar adentro, cogían su coche, yendo hacia el faro del Portocolom y al llegar ya no había nada. Así vemos, que no es una proyección sugestiva. Ella, me subraya, igualmente que su marido, se sienten satisfechos y felices por haber tenido este encuentro, pero la próxima vez, que no sea en el mar, porque ahí aún sienten pánico, pero no por ellos, sino por la presencia de este agua silenciosa y profunda y oscura. Así este ha sido un encuentro del segundo tipo o fase, pero ella ha tenido junto con su hija mayor, un encuentro del tercer tipo, yendo con su coche desde Felanich a Portocolom.
Pasó en el verano de 1976. De noche les cegó una luz rojiza, por la misma carretera, y su hija veía una figura humana al borde del camino; su madre apretó el coche a toda prisa, pero la luz rojiza envolvió a su coche aún algún rato.



Segunda parte: Revista Karma-7 número 85, diciembre de 1979


Este año, a la salida de Palma, por una carretera está el cementerio y en frente un campo polideportivo. Cuando un matrimonio en su Seat 600 pasaba por esta carretera, ven salir en este mismo instante, una bola roja, no muy grande, a través de la pared del cementerio, detrás de ella una figura muy alta (más de 2 metros) y transparente, traspasando igualmente la pared, cruzando la bola roja y la figura la carretera, el señor que iba al volante, tuvo que frenar el 600, porque le parecía que atropellaba a ambos, y que atravesaban la pared del campo polideportivo donde la figura se desmaterializó. Este señor tuvo incluso tiempo de sacar su cabeza por la
ventanilla, para verlo mejor. Su mujer ha sufrido unos trastornos de nervios.

Este verano, encontrándonos con unos amigos de Sóller, en el Puig Mayor, la montaña más alta de la isla, y donde se encuentra instalado el radar de los americanos-españoles, a la una de la madrugada, vimos una bola roja, cruzando el firmamento, pero 3 veces más veloz que un avión, fluctuaba cada medio segundo sin apagarse y esto sólo en el centro del círculo rojo, la altura
no era muy alta, como un avión que aterriza en Son San Juan, y todo esto en un completo silencio, cruzando la Vía Láctea. Daba la impresión de libertad y ligereza de vuelo, lo comparamos a un pájaro grande y de vuelo libre y feliz.

El año pasado unos señores muy respetables en sus profesiones, vieron también por Sóller, por la noche, salir del mar una especie de plataforma enorme, redonda, de donde salieron 9 naves haciendo sus maniobras sobre el mar. Se puede decir la parte norte de la isla tiene frecuentes avistamientos desde Sóller hasta el Cabo de Formentor. Unos submarinos oyen ruido constante
de motores y golpes a algo metálico debajo del agua, naturalmente sin que ninguna vez haya barco ni de cerca ni de lejos. Lo curioso del caso es que los peces se comportan de una manera insólita, empiezan a temblar, se supone por la propagación de las ondas vibratorias.

Bien, así, creemos que hay una supuesta base submarina, entre Cataluña y Mallorca. Ovnis se ven, casi a diario. Como los avistamientos no son tanta noticia, como los aterrizajes, me especializo en ellos. Las líneas que determinan las apariciones de estos objetos sobre Europa forman un cruce cuya convergencia es un triángulo, en cuyo centro están las islas Baleares. Existe además un punto entre Ibiza y Mallorca donde no hay ruta de aviación que pase por él y que al acercarse los instrumentos del avión, se vuelven locos. Incluso las palomas mensajeras pierden la noción del rumbo.
Todo esto les lleva a sospechar que aquí se encuentra una base de seres extraterrestres que puede estar sumergida.
Un señor ve a las 11 de la noche 3 bolas anaranjadas mientras que venía de la parte de Artá (Mallorca). Así empieza un relato: «Nosotros, intrigados, cuentan unos amigos, cogimos esta carretera hacia Valldemosa para ver también estas bolas anaranjadas, y cuando llegamos a la altura de Deyá vimos un objeto. Una bola redonda color naranja de unos cuatro metros y medio de diámetro, que se encontraba a unos 60 o 70 metros de altura sobre el suelo, y que avanzaba junto a nosotros. Cuando llegamos a la recta, el objeto estaba a punto de desaparecer detrás de una montaña, entonces nosotros nos exclamamos que habíamos venido a verlo y ahora nos desaparece, y apenas dicho esto, el objeto giró en ángulo recto y se dirigió hacia nosotros. Paré el coche muy asustado, y le dije, al que venía conmigo que no bajara, entonces el objeto volvió a girar y se fue. En este caso este relato no era aterrizaje, pero llama la atención con qué rapidez absorben nuestros pensamientos, al mismo tiempo que dominan sus naves. Estas personas de Mallorca, han visto numerosas apariciones de bolas u objetos ovalados, que se dirigían normalmente al mar. Existe un tipo de objeto que es ovalado y de color plateado y otro redondo de color naranja. En el radar del Puig Mayor vieron una noche una de estas bolas anaranjadas que pasaba, y que el radar no detectaba. Los ahí presentes firmaron una declaración y dieron parte de ello, el encuentro físico de estos amigos con unos seres ocurrió en las afueras de Sóller, por la noche, cerca del colegio nacional. Cuentan: «De repente vimos un objeto que pasaba delante nuestro y desapareció. Luego a nuestro lado, oímos un ruido, como de algo, que se deslizaba sobre la gravilla, cogimos la moto y enfocamos la luz al lugar donde escuchábamos este ruido y delante de nosotros, a unos 10 metros de distancia se encontraban 3 figuras con unas escafandras, con algo como un reflejo verde a la altura de los ojos. Evidentemente no nos querían asustar y por eso venían tan despacio; pero del susto que nos dimos nos podíamos haber muerto. Muchas personas en Sóller vieron el mismo día, cómo una cosa ovalada pasaba por encima del pueblo.

Sobre el suelo del lugar encontraron luego una espiral marcada sobre la gravilla de unos 3 metros
de diámetro.

Fines de septiembre, a las 12 de la noche, muchos vieron un objeto redondo que emitía la luz en forma intermitente, estacionado sobre Palma. He hablado con estas personas de Sóller y me confesaron, que reciben algo como avisos, cada vez que se pueden ver estas naves, o sea que se encuentran sobrevolando Sóller y el Puig Mayor. Los demás son testigos que cada vez que este señor les dice:
«Hoy, a tal hora y tal dirección podéis ver alguna nave, aparece exactamente ahí el Ovni. Así hay unos cuantas personas en Sóller que se han convertido en sensitivos.
Según exploraciones privadas, la base submarina se encuentra a 91 metros de profundidad, en el suelo marino. Hay por lo menos 8 naves estacionadas ahí, con más de 10 personas o seres fijos de mantenimiento en dicha base. Usan 3 rumbos diferentes para sus naves de la base, para el despegue, como sus aterrizajes en línea curva, pasando a 31km entre las islas de Ibiza y Mallorca. El despegue se produce a 45º sobre el nivel del mar a una velocidad de 999 metros por segundo.

Efectivamente, ustedes recordarán el encuentro que tuvo un Caravelle de Iberia en un vuelo nocturno de Palma de Mallorca a Madrid en 1969 con un Ovni, sobre el mar, a unos 9 mil metros de altitud y concretamente al noroeste de Ibiza, tiene íntima relación con los avistamientos de numerosos testigos que han tenido lugar estos años desde San Antonio en Ibiza. Los controles
de entonces no lo podían detectar, a lo que hice referencia anteriormente, pues ellos tienen sus pasillos trazados de manera que los aeropuertos no lo registran muchas veces en sus radares. La forma del Ovni de entonces era triangular, que su color era rojo al blanco y al naranja, como lo han visto este año también. Observen que el piloto de entonces Jaime Ordovás Artieda, dijo que el Ovni triangular les acompañó durante 20 minutos en su vuelo desde la costa Ibicenca, islas Columbretes hasta Castellón. Los amigos en Sóller, dicen que no les querían asustar. Ustedes ya se imaginan dónde quiero llegar. Sencillamente, el triángulo de las Baleares existe, pero ni es un triangulo mortal, ni maldito. Este triángulo, aquí al lado nuestro en las Baleares, es pacífico y hay que acostumbrarse a verles, sea en sus naves como físicamente.
Les digo esto, ya que tendremos muchas más ocasiones de verlos y convivir con ellos, debido a sus bases submarinas. Yo que tengo que ir muchas veces a Mallorca, no tengo el menor temor de hacerlo en avión o barco.

El último verano, estando en Ibiza, me di cuenta de que los ibicencos están ya muy acostumbrados a los avistamientos, sobre todo los marineros que los ven salir de la mar, se puede decir que conviven con ellos. Tengo entendido, que los seres que están en esta base cercana a Mallorca, también se saben mezclar entre los turistas, usando los mismos trajes que los hippies, o pseudo hippies. Como normalmente tienen una altura de 1’80 m. algo más, pueden ser rubios, o pelirrojos, se pasean entre tanta gente extravagante como yo he visto en el puerto de Ibiza, y no llaman la atención. Los isleños tienen costumbre de ver las cosas más
grotescas, y la única frase suya como excusa es: «Són forasters». Cómo les va a extrañar, un hombre mas o menos como los de nuestra tierra.

En marzo del pasado año, un viernes, una parejita alemana se va del puerto de Ibiza a Formentera y se pasea en la arena, a la orilla del mar, cuando a las 2,30 de la tarde ven, en vuelo primero y después en aterrizaje, una nave extraterrestre. El objeto tenía 15 metros de diámetro, según los testigos, la forma de un plato invertido con una cúpula. Brillaba con un color naranja claro y notaron ciertas emanaciones de calor. Fascinados observaron este objeto desconocido. La velocidad calcularon a 900 km la llora. El aterrizaje se efectuó lentamente, cambiando su primer color fuerte claro a más naranja. Después de 5 minutos aparecieron de la parte trasera del «Ufo» 3 figuras humanas, desde el cuello hasta los tobillos envuelto en un mono blanco, y que no se apreciaban ningunos botones ni cremalleras. Durante 15 minutos, en que inspeccionaban los alrededores se comunicaban entre ellos, volviendo a su nave. En el despegue, los colores aparecieron de forma inversa, o sea, del naranja al blanco destellante. Se levantó en un ángulo de 45 grados dirigiéndose al oeste. Durante el aterrizaje y el despegue no escucharon ningún ruido. Estos testigos se comprometen de jurar delante notario.
Esta noticia la había leído, considerando algo demasiado bonita y fácil, sobre todo no hay nada en que se refleje el consabido miedo de los testigos. Pero lo curioso es que realmente coinciden con las medidas y velocidad y otros detalles acercándose a la realidad. Efectivamente, las medidas de sus naves, me refiero siempre a los seres de la base submarina balear, son por un lado, los objetos de color naranja con 12 metros de diámetro, tripulados por 4 seres, les sirven para pequeños desplazamientos y controles técnicos.
Estos son los que vemos, porque incluso sobrevuelan las antenas de televisión y el radar, pero no por ello, sino que tienen que controlar ciertas zonas magnéticas y para los aterrizajes de sus naves grandes. Lo digo tan preciso, porque los oficiales del Puig Mayor en Mallorca, donde
hay la estación del radar, ven casi a diario estas bolas anaranjadas. La segunda clase de objeto visto en las islas son de forma ovalada y metálica que no son naves propiamente, sino «boyas», ellos lo llaman boyas detectoras como nosotros llamamos las «boyas detectoras» que flotan en el mar, y que los suyos están dirigidos por control remoto que sirven para recoger datos de tipo técnico para el mantenimiento de la base y asuntos relacionados con los aterrizajes de sus naves. De estas bases submarinas existen 6 en nuestro planeta y 7 bases en tierra. Siempre les estoy hablando de esta raza, de estos seres; lo que pueden hacer otras razas en nuestra tierra, no lo
he estudiado.

Sigo otra vez con los de las islas:
El aterrizaje de sus naves muchas veces no es cogido por el radar. En el momento del aterrizaje, si se encuentra en la zona una barca, la desplazan del lugar, como anteriormente les expliqué. Cuando la nave está bajo el agua, la puede detectar un barco con la sonda, pero no la puede ver. Las bases submarinas cambiables de las islas existen desde el año 1969. Para ellos es la Zona 6ª. Estados Unidos es la Zona 1ª. Por lo tanto, no nos extrañemos que cada día y año, nos veremos más familiarizados de ver naves y boyas.
En agosto del año pasado vieron por la tarde miles de personas en Ibiza y Formentera una nave, pero como al mismo tiempo se podía verla en Mallorca, podemos descartar la idea como de algunas personas anticuadas, de que ha sido un globo sonda, porque Mallorca no está a la vuelta de la esquina, como muy bien dice un muy apreciado testigo y periodista de Ibiza, que me facilitó
algunos datos.

Hay otro importante testigo más, que vive en Sóller (Mallorca), que presiente cuando va a pasar una nave o boya. El ha visto muchísimas veces pasar estos objetos a corta distancia, como a 60 metros. Dice que todos los animales que por ahí había, se callaron de golpe, cuando apareció un objeto, como una luz de color rojo que iba a gran velocidad, paró en seco y volvió a reanudar su
camino, sin apercibirse aceleración alguna. El objeto volante, realizó esta maniobra tres veces seguidas.

En el mes de noviembre último, los ven casi a diario; esta vez era una nave de forma alargada con flases de luz muy plateados. Ese día se cortó el fluido eléctrico en la base del Puig Mayor, donde está el radar. Este muchacho de Sóller ya es un sensitivo, porque por su cuenta, llegó a una conclusión que ya les había hablado antes que realmente es así. Dice: «Las bolas anaranjadas
indican los sitios donde hay peligro, ya que debajo están trabajando. Son como señalizadores. Las esferas de destellos rojos y blancos son las máquinas con que trabajan y operan y las demás son naves.

Desde el año pasado, las bases se han movido, ahora están más cerca a Mallorca, sobre todo por Sóller, La Calobra y por las Costas Catalanas, pero ya no puedo decirles el punto más concreto, no es de mi incumbencia. La Navidad pasada estuvimos en Sóller con este amigo
tan sensitivo, que nos llevó a todo un grupo a un mirador en las cumbres de montañas, donde se domina el puerto de Sóller y demás paisajes mallorquines. Se llevó un telescopio, era la media noche pasada, y efectivamente casi al momento vimos sobre el mar a muy baja altura una bola anaranjada. No le dimos más importancia, que el chico dijo que tendremos que ver algo mucho
más cerca. Pero aquella noche no vimos ya nada más. El matrimonio que tuvo la aventura en su barco el verano del 1977 ve a menudo luces entre blancas y anaranjadas flotando sobre el mar, destellantes. Participaban en una regata Palma-Cabrera-Palma el último verano 1978. Era un sábado a las 10 de la noche. Estaban cerca de Cabrera y Cabo Blanco. Vieron una luz roja-blanca, cambiando los colores y centelleando, parecía otra vez una forma cónica. Tenía rumbo entre Ibiza y Cabrera.

Tenemos estos enigmas ya 30 años entre nosotros y sobre nuestro planeta. Sobre nuestro planeta y bajo mar. Pero mis estudios se especializan concretamente sobre las islas Baleares. Los he recogido entre mis amistades de ambos lados. El Ministerio español ha aireado públicamente
ciertos aterrizajes e invita al pueblo dar parte de estas conexiones. Casi todo el planeta se toma en serio los avistamientos de los Ufos, pero claro, siempre hay un pero, porque la Cía y muchos más los archivan y estudian racionalmente, limitándose a eso. Pero, no nos dan también mensajes espirituales y quisieran influir en nosotros que cambiemos nuestra vida tan material y dejemos de experiencias atómicas, que dejemos nuestra agresividad y dejemos nuestro miserable comportamiento hacia el prójimo.

Mientras la Nasa y el Prof. Carl Sagan han puesto dos sondas del tipo Voyager, que se lanzaron hace años, para empezar un viaje de muchos años en nuestro propio sistema solar y otros lejanos confines. ¿Saben a dónde se dirigirán después de haber salido de nuestro sistema solar? A Alfa Próximo Centauro. Después de dejar al gran planeta Saturno, que a pesar de que la sonda no transmite datos por «interferencia de una sonda soviética», puedo ya adelantarse, como esotérica, que su satélite «Titán» nos guardará unas cuantas sorpresas, igualmente que los satélites de Júpiter lo han demostrado ya, que hace 12 años lo dije reiteradas veces, pero me había adelantado demasiados años. Adamski se adelantó muchos años, tanto, que en el año 54 preparó un encuentro entre Gobierno y extraterrestres con visibles maniobras por parte de los extraterrestres y por fin, pude desvelar porqué Adamski está enterrado en Arlington y que nadie ha podido revelar hasta ahora:

«A expreso y particular deseo del expresidente...»
CAROLE RAMIS

domingo, 1 de julio de 1979

Teorizando: La Interfase…

Artículo escrito por Sinesio Darnell para la revista Karma-7, número 80-81, Julio y Agosto de 1979.

Víctor Estrada


Teorizando: La Interfase…

En el mundo de lo paranormal por desgracia y hasta el momento, nos movemos sólo dentro de lo hipotético. La parapsicología no ha conseguido formular principios, ni establecer leyes a las cuales se ciñan los fenómenos observados. Sí hay, ciertas circunstancias establecidas, pero son totalmente ineficaces o incompletas, para poder establecer unos fundamentos.

Nos movemos continuamente en el campo de lo «posible», y lo posible nos hace navegar un tanto desorientados, en busca de un lugar donde poder anclar nuestras ideas con cierta seguridad. Pero mientras no encontremos este suelo firme, nos es permitido razonar a nuestro gusto, cotejando el material del cual podemos echar mano.

Sistemáticamente se intenta destruir todo aquello que suponga «algo» no explicable, mediante una terminología fuera de lugar. Me refiero, que de continuo empleamos los términos: magnetismo, electromagnetismo, vibraciones, ondas, campos de interferencia, etc., etc., cuando en realidad la fenomenología paranormal no tiene nada que ver, con el significado clásico de estas expresiones o vocablos. Es cierto que la parapsicología ha ido formando su lenguaje técnico, o denominaciones que clasifican los fenómenos, pero no son útiles para definir la causa que los motiva. Pero como la realidad se impone, hemos de admitir que no disponemos de otro vocabulario, y que por lo tanto nos vemos en la necesidad de emplearlo. Pero quisiera dejar claro, que su académico contenido no corresponde a la realidad de la temática que nos ocupa, siendo en realidad un simple sinónimo.

Pero volvamos a ese «algo» que hemos mencionado anteriormente. En un artículo publicado en esta misma revista, hacía referencia a las «imposibilidades posibles». Indudablemente en las presentes líneas nos encontramos ante un tema, que para unos resultará una imposibilidad, mientras que para otros será todo lo contrario.

Las investigaciones realizadas por el Dr. Raymond A. Moody, Jr. y que han llegado al conocimiento del público a través de sus obras: Vida después de la Vida, y Reflexiones de la Vida después de la Vida (editados en España, por EDAF) han producido un verdadero impacto en la mentalidad de muchos. Tratan sus experiencias sobre aquellas personas, que clínicamente fueron considerados difuntas y que más tarde, mediante diferentes tratamientos de reanimación volvieron a la vida. Todas estas personas describen y narran las mismas sensaciones, extracorpóreas. Sería muy largo comentar las características esenciales de estas experiencias, sólo una de ellas nos interesa como ya veremos. Pero antes de seguir adelante quisiera hacer resaltar el hecho, de que a partir de que A. Moody dio a conocer sus experiencias, otros médicos, otros doctores han salido a la luz, comunicando que en sus años de experiencia profesional, han tenido multitud de casos que reafirman los expuestos por el citado autor. Casos que estos doctores no exponían, quizás por temor a ser calificados de «acientíficos», pero que ahora, rota ya la línea del silencio, no tienen motivo alguno para callarse.

En el segundo título de las obras de A. Moody, queda expuesto que alguno de los «regresados» mencionan una zona «gris». Aclaremos; según los entrevistados —no siempre— después de verse, o de ver mejor dicho sus cuerpos inertes, ya que han salido de él, se sienten arrastrados por un túnel oscuro, al final del cual una intensa luz blanca que los deslumbra, les espera comunicándoles una gran sensación de paz, ahora bien, antes de llegar a esta zona atraviesan otra donde pueden ver, perfiles humanos amorfos y deambulantes, que parecen más atraídos por la fase terrena, que por la etérea y luminosa que se percibe más allá de esta zona. A esta zona que parece tener concordancia con ciertas explicaciones de índole esotérica, e incluso dentro de la Iglesia judeocristiana, la denomino «interfase». Vuelvo aquí, a emplear una expresión que sin ser la real, puede ser algo representativa.

Esta interfase o tierra de nadie, es posiblemente aquella zona donde los no desprendidos de la atracción terrena, quedan detenidos para que lenta y costosamente, sin noción del tiempo —ya que no existe—, se depuren o se desprendan de las cargas y apetencias materiales que han arrastrado en su muerte. Algo así como un «purgatorio» o zona de bajos astrales. Moody en las páginas 42 y 43 de su obra Reflexiones sobre la Vida después de la Vida nos dice: «No parecían estar conscientes de nada, ni del mundo físico ni del espiritual. Era como si estuvieran atrapados el uno al otro. En un lugar ni espiritual ni físico como un nivel intermedio entre ambos…»

Dos líquidos no miscibles, como pueden ser agua y aceite forman dos fases, una la acuosa y otra la lípida. La zona de contacto entre ambas se puede denominar «interfase». Cualquier partícula no mojable y de densidad menor a la del agua se encontraría en la superficie y si además tiene unas constantes liposolubles muy lentas, permanecería durante largo tiempo en la zona de contacto entre los dos líquidos (fases) sin pertenecer ni a uno ni a otro. Indudablemente estas partículas, al no romper las tensiones superficiales de ambos líquidos, quedan retenidas entre las dos superficies produciendo alteraciones en la horizontalidad de ambas. Continuando en nuestra divagación, podemos imaginarnos que la primera capa lineal de moléculas grasas corresponden al plano astral más bajo, zona donde por decantación, se acumularían partículas de materiales más densos que hubieren en suspensión en la fase grasa (bajos astrales).

Basándonos en este simplificadísimo ejemplo, podemos aceptar que la vida física supone una fase y la vida después de la vida, sería la otra fase. Dos fases formadas por dos tipos de vida no «miscibles», como las dos fases de los líquidos ya mencionados. Deducimos que el salto entre una y otra forma de vida, debe de realizarse atravesando una «interfase» o tierra de nadie.

Al igual que entre las lineales capas moleculares de los líquidos puestos como ejemplo, podían quedar partículas que distorsionaran sus superficies, hasta el momento de integrarse a una de las fases, y siguiendo nuestra teorización cabría admitir que en la interfase de las dos vidas, y por causas no definidas podrían quedar —la denominación empleada no importa— almas, restos anímicos, cascarones, cuerpos astrales, etc., etc. Que sin estar incorporadas a ninguna de las dos vidas, sí podrían influir en los límites de éstas, o bien proporcionar cierta incoherente información de una fase a otra. Algo así, como el viajero que encontrándose retenido en un puesto fronterizo tiene por ello una muy pobre visión, del «país» al que se dirige, incluso llegando a conclusiones falseadas del mismo.

De lo expuesto podríamos apuntar la idea o teoría, de que algunos de los fenómenos paranormales o sus efectos podrían emanar de esta «tierra de nadie». Las apariciones fantasmagóricas, las visiones materializares y capaces de impresionar las placas fotográficas, las psicofonías y una larga serie de etcéteras, encontrarían su motivación en la «interfase» de las dos vidas. Los «entes» colocados en ella, captarían de un modo vago información de la fase no física, y al no estar totalmente desconectados del mundo carnal, harían llegar a éste una información algo deformada por la percepción y formación individual del ente.

Zona de tinieblas, túnel negro, fase gris todo ello podría corresponder a la interfase. Lugar sin ser lugar, en el cual deambula perdido y anodinamente el fantasma, cascarón anímico o resto, que conservando cierta ligazón con nuestro plano, le resulta difícil el incorporarse de un modo definitivo, a la otra fase.

Cuando psicofónicamente hacemos preguntas con referencia a ese «estadio de vida incorpórea», las contestaciones no son siempre claras, por el contrario, en más de una ocasión son divagatorias, por ejemplo a la pregunta de ¿cómo es el Más Allá? obtenemos las siguientes contestaciones: Es diferente…, aún no estoy..., luego sabré..., o simplemente, no sé. Estas contestaciones, y si realmente la psicofonía procede de los que ya se fueron, o como afirman los esotéricos de sus restos anímicos o cascarones, demostrarían claramente encontrarse en una frontera o estado intermedio. Frontera o estado intermedio que correspondería a la mencionada «interfase».

Igualmente ocurre con muchas comunicaciones mediúmnicas (?), ya que podemos observar en más de una ocasión un gran número de contradicciones, que demuestran un absoluto desconocimiento en puntos muy trascendentales. Claro está, que en este último aspecto, me refiero a los casos de mediumnidad, el hecho se complica y es muy difícil llegar a una conclusión, ya que inicialmente debemos admitir la realidad de la mediumnidad. Esta realidad en el fondo está repleta de incógnitas, dada la complejidad de nuestro subconsciente.

Pero la realidad parece imponerse, si comparamos o cotejamos los principios esotéricos con los últimos adelantos de la ciencia sobre la evidencia de un Más Allá, podemos observar la casi imperiosa realidad de una «interfase», puente o frontera entre las dos vidas.


Sinesio Darnell

domingo, 10 de junio de 1979

El campo PSI, Carole Ramis

Artículo publicado en el número 79 (junio de 1979) de la revista Karma-7. Fue escrito originalmente para la revista alemana Esotera por Carole Ramis. La traducción, una vez más, tiene un redactado bastante peculiar.

Víctor Estrada


EL CAMPO PSI

Modelo Explicativo físicamente para Fenómenos paranormales de las Investigaciones de voces del Ingeniero vienés Franz Seidl.


EL CAMPO PSI:
Desde muchos años, Franz Seidl, 66 años. Ingeniero retirado en Viena, trabaja en una nueva hipótesis de dar una Explicación a los Fenómenos-Psi. Sus resultados los presentó hace unos meses, en el Congreso Mundial de Parapsicología, celebrado en Barcelona, ante numeroso público. Está convencido, que con la ayuda de su aparato «Psitron», conjuntamente con el Magnetofón y demás aparatos electrónicos de medir, de haber encontrado una comunicación con diferentes elementos, como por ejemplo con un huevo, y tener indicaciones de una existencia del campo-Psi, que participa en todas las apariciones paranormales. Y tiene supuestos motivos, que con el Psitron puede influenciar electrónicamente.


Existe un campo «principio» o Psi, que rodea toda la existencia como campo radial total. Esta es la pregunta central, que preocupa al Ingeniero vienés e Inventor, Franz Seidl desde años en sus Investigaciones y Meditaciones dentro de la Parapsicología. Para la explicación de este difícil problema, este hombre de 66 años dedica la mayoría de su tiempo y fuerza para solventarlo. Ha encontrado amplia aceptación con los Parapsicólogos de renombre, que se encontraron a principios de noviembre en el Congreso Mundial en Barcelona, España.

Partiendo del Fenómeno de las Voces magnetofónicas —observa Seidl—, existen principios de explicaciones, o modelos de ellos, pero carecen de una base experimental, incluso carecen de la verdad científica. El Dr. Constantino Raudive —una marcada personalidad en la investigación de los fenómenos de voces—, opina en su «Hipótesis de relación», que a nuestro mundo se opondría un antimundo, tratando de contribuir así a una explicación de las voces paranormales en cintas magnetofónicas. La posibilidad de la existencia de antimundos es posible; se conoce la existencia de antimateria, de positrones y antiprotones, y cada partícula parece tener su antipartícula. Se llega a la noción de que existen antimundos o mundos espejos, incluso de dimensiones cósmicas inimaginables. Se contraponen a estos intentos de explicación animista, espiritista y relativista, pero hasta ahora nadie ha podido aportar la prueba rigurosa de su exactitud. La hipótesis espiritista explica estas misteriosas voces, como grabaciones de fallecidos del más allá.

El ingeniero Franz Seidl y su esposa,
acompañados de doña Carole Ramis (en el centro),
introductora del Pycofon en España y persona muy conocida
en los círculos parapsicológicos de nuestro país.
Los animistas consideran que se trata de una proyección del consciente o del subconsciente de los experimentadores presentes, y telequinéticamente, se proyecta a la capa magnética de la cinta del Magnetofón, según el principio de las fotos mentales del americano Ted Serios. Esta comparación no es convincente. En el caso de la proyección mental de una imagen sobre una película, el objeto pensado es registrado mentalmente y corresponde a lo previamente esperado. Pero en el caso de las Voces en cintas magnetofónicas se da respuesta a preguntas que no han sido propiamente programadas previamente y cuya formulación escapa al conocimiento del experimentador. Franz Seidl empieza para sus Investigaciones con la Hipótesis de un Continuo hexadimensional, elaborando una cosmología en la que se presupone la posibilidad de que existan innumerables planos de existencia que abarcan 6 dimensiones. Establece como fundamento un campo primario subcuántico que puede ser considerado como campo PSI hipotético y soporte de los procesos paranormales, como por ejemplo, los fenómenos telepáticos. Precede a los campos físicos que conocemos, y dado que al mismo tiempo corresponde al estado espacial y está presente simultáneamente en todas partes. Así parece posible una acción intemporal e instantánea de una transmisión de información, puesto que el campo preexistente puede ser concebido en su totalidad, en cuanto a su acción. Aquí hay un cuadro, como el Ingeniero Vienés se lo imagina, para explicar estos Fenómenos: Imaginemos la barra rígida de una balanza que está soportada por el centro, de modo que pueda girar alrededor de un pivote y toquemos uno de los brazos de esta balanza (es la información), instantáneamente se levantará el otro brazo y la perturbación se transmitirá al otro extremo de la barra. La barra de la balanza simboliza el campo. Imaginemos también que la barra tiene una longitud de 300.000 kilómetros y la tocamos y emitimos al mismo tiempo un rayo de luz: la información al tocar un brazo de la balanza se transmitirá instantáneamente por levantamiento del otro brazo a toda su largura, mientras que la luz necesitaría un segundo (es decir un poco más de tiempo). Este modelo teórico puede ser ampliado de modo que la barra (el campo), sea infinitamente larga y que al tocar un extremo (perturbación del campo), el contacto (información) actuase inmediatamente en el otro extremo de la barra. De este modelo mental, Seidl forma esta fórmula: 
CAMPO + ESPACIO + TIEMPO = 1. Esta comparación quiere decir que también pueden interactuar campos electromagnéticos con el campo cósmico primario, lo que da como equivalente nuevamente un campo electromagnético. De este modo habría que entender también la conexión entre el campo eléctrico y el magnético: una carga eléctrica que se mueve provoca una perturbación en el espacio, que se manifiesta como campo magnético y se manifiesta de nuevo adecuadamente como campo eléctrico. Aunque esta formulación abstracta nos da pocos puntos referentes, sin embargo está en el sentido imaginativo de la barra de balanza. A esta valiente construcción mental pregunte al Sr. Seidl, en ocasión de una visita a su casa de Viena: ¿Sería posible, que todo el Universo fuera una Proyección de nosotros mismos?, a la que contestó lacónicamente: «Sólo así es». Muy bien pensado, «Nuestro cerebro observa algo y transforma el Universo en un campo de exponencia, en un campo subjetivo».

Algo parecido —así reflexiona Seidl—, pueden entrar en campos electromagnéticos en una conexión cambiante con el campo primario psíquico, quiere decir, el campo Psi. Y aquí está el enlace entre los caminos mentales teóricos del Investigador Seidl y las tan discutidas voces en cintas magnetofónicas. Las grabaciones de las voces sólo se efectúan electromagnéticamente, y de ningún otro modo. Aquí no cabe discusión. Pero, para esto se necesita un proceso de transformación de la energía psíquica y mental (energía PSI), en energía electromagnética.

El ingeniero vienes Franz Seidl, con el Psitron,
donde, en la placa se pudieron apreciar varias entidades. 
Desde que Hans Berger, en 1929, descubrió la posibilidad de un instrumento, el Electroencefalógrafo (EEG) para medir los impulsos del cerebro del ser humano, se intentó muchas veces explicar con estas vibraciones biológicas, la Telepatía y otros fenómenos paranormales.
Como ondas, que lo que son, tienen un alcance limitado, como para dar una satisfactoria explicación, a estos fenómenos que son independientes de todas distancias. Aparte, serían sensibles a pantallas de rechazamientos. Pero la Telepatía, según los experimentos del Científico ruso Leonid L. Wassiliew, han demostrado que atraviesa toda clase de formas físicas oponentes. Si seguimos a Seidl, que las ondas del cerebro tienen «carácter oscilante», y por esto producen «campos u ondas electromagnéticas», entonces es posible unas grabaciones de esta índole. Pero antes que podamos formar una explicación de éstas, hay piezas sueltas en esta cadena —Ondas cerebrales— campo electromagnético —voces paranormales— tenemos que mencionar aún, dos comprensiones de la física: Emisión inducida y Resonancia ¿Qué son fenómenos de resonancias? Si un batallón, marcha sobre un puente, no puede hacerlo con pasos iguales, si esto sucede, el puente entra en movimiento de ondas vibratorias, y puede derrumbarse.
O: Se oye vibrar una ventana, si afuera para un coche. Lo que sucede es que las moléculas de vidrio de la ventana son excitadas por resonancia y transmiten el impulso a las moléculas del aire de la habitación. Seidl escoge el ejemplo que alguien golpea la puerta desde el exterior, las moléculas de la puerta son agitadas y al chocar con las moléculas del aire de la habitación, hacen vibrar a éstas. De este modo se oyen los golpes en el espacio interior, aunque el golpeo de la puerta se haya efectuado afuera y el sonido no haya penetrado de ningún modo en forma de vibraciones del aire. La resonancia tiene un papel en la emisión inducida, como explica el Ingeniero Seidl.
Una explicación científica sería la de una interacción entre distintas frecuencias y campos con el átomo. Dado que cada electrón, quanto o fotón, representan también una onda, o están asociados a una onda, pueden darse aquí fenómenos de resonancia. La intensidad del campo eléctrico del campo de la irradiación electromagnética, induce en el átomo afectado, un momento eléctrico variable con la frecuencia correspondiente, por el cual se acoplan el campo y el átomo. Así sería posible el refuerzo o intensificación de las oscilaciones por estimulación y emisión inducida, así como el debilitamiento y la extinción por interferencia. «El círculo se cierra» —dice Franz Seidl—, «se hace comprensible también la telepatía, incluso la Psicokinesis, así como el registro de las voces paranormales en cintas magnetofónicas: se trata, para volver a su teoría, de una «perturbación» del campo espacial, por interacción y transmisión de un impulso mediante resonancia por el espacio y el tiempo. Así para la telepatía, tenemos el hecho que estimulados átomos conseguidos por resonancia de una inducida emisión, transmiten sus impulsos, y pueden ser recibidos por otro cerebro que está al mismo nivel de estas vibraciones. Aquí no hay ninguna pérdida de energía y por esto alcanzable a todo punto del espacio. Quiere decir que la distancia no juega ningún papel. Pero, ¿como los supuestos átomos se estimulan por resonancia? ¿Qué clase de átomos son?

El pensamiento, durante una emisión de telepatía —así lo describe el científico Seidl—, tiene el transmisor una acción cambiante entre la energía Psi y los subatomares campos de los neurones. Los neurones son las células nerviosas del cerebro, los subatomares son los campos, que consisten en pequeñas partículas atómicas, como los Quantun. En consecuencia se fomentan campos electromagnéticos. A través de ellos los átomos de los neurones se estimulan por la resonancia de una emisión inducida, y éstos a la vez transmiten estos impulsos y actúan inductivamente. Para la telepatía, el hecho es que los estimulados átomos de neurones, hacen su camino con la resonancia de una inducida emisión hacia el cerebro del emisor, que está debidamente adaptado. Así para las voces paranormales en magnetofón, es el mismo camino, pero esta vez estimulado por un micrófono por ejemplo. En esta conversación con el Ingeniero Seidl, explica el hecho de las voces otra vez en palabras sencillas: A mi modo de pensar hay diferentes factores: 
El pensamiento es el espíritu, la conciencia; sin ella no hay pensamientos. Siempre está acompañado de una onda electromagnética. Se produce una corriente, una corriente alternable, según el cuadro del pensamiento. Esta corriente produce unas ondas electromagnéticas, y estas ondas tienen un resultado de efectos alternativos con la materia. Es un pensamiento lógico. Así se produce una conducción de ondas electromagnéticas sobre el campo, que denominamos el Campo magnético-Campo espacio. El movimiento del campo espacio produce una inducción electromagnética, y esta inducción la podemos grabar en una cinta magnetofónica, aunque nos separen 100.000 km.

El campo PSI, que en todo su largo es subquántico, mueve y produce unas ondas electromagnéticas del espacio, y se intensifica como inducción electromagnética, se puede parar por el magnetofón y grabar a través de él. Así son posibles estas grabaciones. Aquí sólo he explicado el camino físico del pensamiento —dice ingeniero Seidl—, en cambio, el espiritismo se pregunta, ¿de dónde viene ésto? Yo quiero explicarlo físicamente, no como espiritista ni animista, sino en el sentido del Físico. Importante es el ritmo de las ondas cerebrales. Diferenciamos ondas Delta, con una frecuencia de 0,5-3 Hertz, esto es, 0,5-3 vibraciones al segundo. Después ondas Theta con 4-7 Hertz, ondas Alpha con 7,5-13 Hertz, ondas Beta con 15-25 Hertz, y aún más rápidos las ondas del tipo Spike, que se entienden como aceleramiento estimulado.
El ritmo Theta tiene la particularidad de estar en conexión con emociones. Se estima que las oscilaciones Theta se relacionan directamente con las ondas mediales y la medialidad no es más que el poder modificar consciente o inconscientemente las corrientes cerebrales. También otras formas de la percepción extrasensorial, por ejemplo la clarividencia, provocan una modificación de la frecuencia de la corriente cerebral, lo que puede probarse mediante el electroencefalograma. Por consiguiente, al final se llega al conocimiento de que la solución de todos los fenómenos paranormales debe buscarse en la modificación de las ondas cerebrales y la transmisión por resonancia. Las condiciones ideales de resonancia entre el emisor y el receptor. Y esta propiedad está en relación directa con modificaciones de frecuencia en el cerebro.
Para sus ideas teóricas y complicadas posibilidades físicas de explicación, inventó un aparato que lleva el nombre de «Psitron». Uno de los resultados más importantes de las investigaciones, es el registro oscilográfico de un contacto verbal y telepático con las plantas. Conectando una planta llamada «estrella navideña», al grupo del oscilógrafo e intercalando el Psitron, se pone de manifiesto, una buena reacción de la planta al hablar y pensar. La imagen inmóvil se pone en movimiento y varía con frecuencias, probablemente la planta transforma sensorialmente los pensamientos en forma de energía eléctrica mesurable. Se produce el mismo efecto cuando el objeto de ensayo es un hombre y éste se conecta al oscilógrafo y es irradiado por medio del’ Psitron. En este caso, parece que la alta frecuencia alimentada es modulada por influencia mental, lo que produce el mismo fenómeno que antes. Se verifica así científicamente una posibilidad efectiva de entendimiento entre el hombre y las plantas, repitiendo el ensayo en distintos momentos y en distintos lugares, así como la posibilidad de efectuar un registro técnicamente mesurable. Se observó, además, que mediante el campo de irradiación del Psitron se registraban ocasionalmente pensamientos en cinta magnetofónica, así como que la radiación actuaba como «Precursor» de un hipotético campo primario, que podía representar el elemento formador de la célula. La perturbación de la imagen de la radiación electromagnética de una célula era equiparable, por tanto, a una perturbación funcional de la misma, y aparentemente ésta se puede suprimir mediante una frecuencia, impresa desde fuera con igual número de oscilaciones. Por consiguiente, Franz Seidl concluyó que posiblemente todas las formas materiales visibles son la expresión perceptible para nuestros sentidos físicos de una Matriz de partículas determinadoras de la forma como forma causante de todos los fenómenos materiales. Cada clase de célula parece poseer también su espectro característico de frecuencias, o en otras palabras: una determinada muestra de frecuencias, constituye la forma de una célula.

Con posterioridad se han realizado muchas investigaciones fundamentales. Se han realizado registros de pensamientos en cintas magnetofónicas, experimentos electrónicos de levitación y la visualización de llamadas «entidades» como «extras» sobre la placa de irradiación del Psitron (vean la foto adjunta, donde Franz Seidl con su Psitron y en donde en la Placa, se ven varias entidades!), investigaciones relativas a la fotografía kirlian y otros ensayos, a fin de determinar si existe una radiación mental que una todas las formas existentes, así como para responder a las siguientes preguntas: 
¿Hay un campo primario psíquico o campo PSI que, en calidad de campo total de irradiación, abarque todo el ser y que se manifiesta como principio fundamental de todos los fenómenos? ¿Cada forma de existencia, representa también una parte de una totalidad universal? Personalmente, contestaría afirmativamente todas estas preguntas. Todo el ser está unido colectivamente. Así dice Franz Seidl.

Las personas de ensayo se sienten inundadas entonces por palabras o música: dentro de ellas hay música, alrededor de ellas, hay música; todo es música. La audición se siente en la cabeza, de modo no localizable, y produce la impresión de que la cabeza sea la gran bóveda de una catedral y que la persona que habla o la música se encontrasen dentro de ella. La audición normal por medio del oído es un proceso en el que vibraciones sonoras acústicas son convertidas en impulsos eléctricos y son transmitidas por medio del nervio auditivo al cerebro. Por inducción intracerebral, por tanto, por radiación directa al cerebro, éste es excitado directamente, sin pasar por los conductos auditivos externos y, como se ha demostrado luego, con exclusión también del nervio auditivo. La posibilidad de que los sordos pueden oír se la deberán agradecer algún día a la investigación de las voces de origen desconocido.

El Ingeniero vienés e inventor, dice de sí mismo y de su trabajo: «Todo esto son resultados de mis investigaciones, que en parte ya se han endurecido. Muchas, aún son hipótesis, y se tiene que encontrar aún una solución. Entonces se va a demostrar hasta dónde me he podido equivocar en mis trabajos...»

CAROLE RAMIS
(por deferencia de la revista ESOTERA)

Anecdotario Psicofónico, Sinesio Darnell

Artículo escrito por Sinesio Darnell para la revista Karma-7 número 79, junio de 1979. Comenta algunas psicofonías obtenidas recientemente las cuales van vinculadas a interesantes anécdotas.


Anecdotario Psicofónico

«Un biólogo debe ir con mucho cuidado, cuando un físico le diga que tal cosa es imposible». Albert Szent- Gyóryi.


La cita con la que empiezo este artículo, corresponde a un famoso premio Nobel de física. Quizás parezca que no tiene relación con unas narraciones sobre psicofonías... pero si la menciono, es con el objeto de recordar de que lo imposible, en más de una ocasión es «posible».

Durante el verano pasado de 1978, y coincidiendo con los meses en que trabajaba sobre el libro «Voces sin Rostro», dedicado precisamente a psicofonías, un grupo de amigos me insistieron en realizar una pequeña excursión, y durante la misma hacer unas psicofonías. No me hice rogar, pues la realidad era que estaba un tanto saturado de tantas horas sobre la máquina de escribir.

La excursión era algo intrascendente, pues simplemente se trataba de pasar un fin de semana en Arbucias.

El día era verdaderamente hermoso y por unanimidad decidimos pasarlo al aire libre, así que, cargados con los consabidos bártulos que supone una comida campestre, nos dirigimos a una pequeña explanada, junto a un no menos pequeño riachuelo, riachuelo que por cierto mantenía sus aguas limpias. Antes de iniciar los preparativos para comer, se decidió probar suerte haciendo o intentando hacer alguna psicofonía en aquel bucólico lugar. Se instalaron dos aparatos y tras acomodamos lo mejor posible, se pusieron en marcha. Como era de esperar, durante bastantes pruebas el resultado fue totalmente negativo. Cundió la desilusión entre los componentes del grupo, y algo cansados decidimos hacer la última llamada. Como generalmente ocurre en estos casos, y no sé el motivo de ello, en esta ocasión se produjo la grabación paranormal. Con toda claridad, con una claridad poco común, una voz de mujer bastante atiplada y con un son cantarín comentó:

—«SE HAN PERDIDO LOS LENTES…»



La flecha indica el lugar donde se
encontraron las gafas...
Ante esta contestación nos quedamos un tanto sorprendidos, ninguno de los presentes usaba gafas, más que alguno para leer. Nadie de los reunidos había perdido los lentes. La contestación psicofónica se prestó a los mas variados comentarios, algunos de los cuales fueron ya de carácter bromista. Dimos por olvidada la psicofonía, pues parecía carecer de todo sentido. Seguidamente nos dispusimos a comer. Sobre las seis de la tarde decidimos regresar a Arbucias, por lo que comenzamos a recoger los utensilios. Cuando nos dirigíamos a los respectivos coches, por un sendero vino hacia nosotros un muchacho de unos 17 ó 18 años, el cual tímidamente y demostrando ansiedad nos preguntó:

Miren Vds... hemos estado esta mañana a primera hora, con mi padre y hermanas jugando a pelota aquí mismo, y mi hermana ha perdido sus gafas nuevas. ¿Las han encontrado ustedes por casualidad?

Como vulgarmente se dice... nos quedamos petrificados. Nos miramos unos a otros sumidos en un respetuoso silencio, que no carecía de una profunda impresión. Como movidos por un resorte y sin decirnos nada, dejamos junto a los coches los bártulos ya recogidos, y comenzamos a buscar los lentes. A los pocos minutos y a unos quince metros de donde habíamos estado haciendo las psicofonías, entre unas matas y al pie de una gruesa piedra, aparecieron los LENTES PERDIDOS.

Es éste otro caso de aquellos en que el fenómeno psicofónico se nos muestra inteligente. Un caso sencillo sin importancia pero bastante demostrativo y sorprendente. Quizás al lector, esta narración y las que cuento a continuación, le parezcan simples, pero la realidad es que hay que vivirlas para valorar lo emotivo que hay en ellas.

Un buen amigo mío de las Planas de Vallvidrera, me comentó que cerca de Mirasol había una casa abandonada en venta. Él, realmente no conocía ni la casa ni a quienes fueron sus dueños, pero me indicó más o menos, por referencias que tenía, el lugar aproximado por donde se encontraba dicha casa. Pasaron varios días, y un domingo decidí localizar la misma, y hacer algunas pruebas en ella, pruebas psicofónicas y fotografía al violeta no visible. Rodé durante casi media mañana hasta encontrar la finca. Esta realmente era impresionante. En su época de esplendor debió ser una maravillosa residencia, pero en la actualidad el abandono era completo. Las puertas abatidas y las paredes medio derrumbadas, así como el jardín totalmente cubierto de hierbas y plantas trepadoras, todo daba a la casa cierto aire no muy acogedor. Hice unas cuantas fotografías del lugar, debo reconocer que con cierta prisa y seguidamente coloqué el magnetofón en el suelo, dejando el micrófono «abierto» durante un par de minutos. Con cierta alegría dejé aquel lúgubre lugar. Como sea que por motivos familiares tenía que regresar a mi domicilio a una hora determinada, decidí estudiar la posible grabación en mi casa, y así lo hice. En un principio sólo se podía escuchar el canto de las aves y algún que otro chasquido, que podía muy bien haber sido provocado por la abundancia de ramaje y hierbas secas. Pero al final de la grabación una voz apagada y siseante comenta: 

—«MARIA YA MURIO»

Pensé que indudablemente este comentario tendría alguna relación con el lugar, y decidí investigarlo en lo posible. Pasaron quizás un par de meses antes no me decidiera a hacer las oportunas averiguaciones.

La mayoría de los habitantes de las casas circundantes a la que nos ocupa, son veraneantes, y tales personas no conocían y no podían darme datos sobre la casa en cuestión y sus habitantes. Pero la constancia tiene su recompensa. Después de mucho buscar, di por fin con un anciano, el cual sólo supo decirme, y no sin cierto reparo o duda:

— Hace muchos... pero muchos años que esa casa está abandonada, creo que cuando murió la mujer que se llama María vino la separación de la familia, ya se sabe, cuando falta el puntal cada uno tira por su lado.

Lúgubre y triste, la casa está cubierta por plantas trepadoras
Como se comprenderá, yo no puedo certificar que aquel anciano me contara la realidad, pero lo que sí puedo asegurar que el nombre que quedó grabado en la psicofonía, era el mismo que aquel anciano -repito— menciona. Por otro lado y por un simple sentimiento o principio de ética, el nombre de María no es realmente el que quedó grabado en la cinta, y que por respeto a los posibles descendientes, silencio.

Uno de los lugares muy frecuentado por mí, en mis experiencias psicofónicas, es el Monasterio de San Cugat y sus alrededores. En un principio acudía a tal lugar, simplemente por la belleza y tranquilidad del mismo, sobre todo en verano. Luego me di cuenta, de que el porcentaje de psicofonías que se obtenían junto al Monasterio era más elevado de lo normal.

Un sábado por la noche, hacia finales del verano del 78, acompañé a unas amistades a que vieran el Monasterio, ya que por la noche, víspera de festivos, el Monasterio está maravillosamente iluminado por estratégicos focos, lo que realza su belleza. En la parte de atrás del conjunto monumental, hay unos pequeños jardines, cubiertos por viejos castaños. Entre los castaños, un único banco de piedra. Nos sentamos (cuatro personas) y después de comentar lo agradable del lugar, espontáneamente decidimos hacer una prueba psicofónica. A la primera tentativa obtuvimos un resultado positivo. Una voz de mujer, jovial y alegre, también con tono cantarino, dijo:

— SIGUE CANCION….»

Monasterio de San Cugat... lugar propicio
para realizar psicofonías
Pasados unos segundos de silencio, netamente pudimos oír las nostálgicas notas de un órgano. Este hecho podía parece normal, ya que nos encontrábamos junto a un Monasterio, aproximadamente a la una y media de la mañana. Pero lo que ya no es tan natural es que en una segunda grabación, puede oírse con toda claridad a una voz, correspondiente a una persona de edad, cantando una canción en valenciano. La voz, lejana y de timbre agradable, canta dos o tres estrofas y luego las tararea. Repentinamente me di cuenta que la Señora X.X. que estaba sentada junto a mí, tenía los ojos llenos de lágrimas. Volviéndose hacia su hija, visiblemente emocionada, le dice a ésta:

Nena... esta canción, era la que me cantaba la abuelita para que yo me durmiera, es una canción de cuna valenciana, y hace más de cuarenta años que no la había vuelto a oír.

Con estas tres narraciones que dan forma a este pequeño anecdotario psicofónico, no intento demostrar nada. Las expongo por el hecho de que son experiencias vividas personalmente, y que indudablemente encierran un pequeño encanto y una gran incógnita.

Todas las grabaciones mencionadas, están perfectamente archivadas y a buen resguardo; con ello quiero decir, que ante cualquier duda pueden ser oídas por aquellas personas que lo deseen.

Sé que muchos de mis lectores tendrán indudablemente experiencias más interesantes que las que aquí narro, y por ello me permito invitarles a que las expongan sin ningún recelo. La intercomunicación entre los humanos, es la más perfecta de las técnicas de que disponemos, para un avance positivo y serio, en cualquier ramo del «saber» al cual dediquemos nuestra mención. Indudablemente, los conocimientos compartidos son más fructíferos y demostrables.


Sinesio Darnell

Revista Karma-7: Entrevista a Tomás Gilsanz

En el número 76 de la revista Karma-7, marzo de 1979, encontramos una breve pero interesante entrevista al pintor Tomás Gilsanz (1931-2016) ...