Víctor Estrada
LOS ASTRONAUTAS VUELVEN DIFERENTES DEL COSMOS
ASOMBROSO CAMBIO ESPIRITUAL EN ELLOS
Estimados lectores, cuando hayan terminado de leer este artículo que va a continuación, les sugiero piensen un poco sobre lo que en él se dice, entonces quizás encuentren muchas contestaciones a sus múltiples preguntas y dudas que les afligen, en nuestro planeta Tierra.
Karma-7 nº 12 |
Esto es sólo un ejemplo de los fenómenos que experimentan los astronautas, que a pesar de la fama de todos ellos de tener falta de sensibilidad, de ser sólo técnicos fríos y matemáticos y de ser científicos materializados, se expandió entre ellos la profundidad espiritual, en la mayoría de los 32 viajeros espaciales. En muchos de ellos el cambio interior observado ha sido tremendo, una vez regresados a la Tierra.
El astronauta Rusty Schweickart del «Apolo 6» dijo «Yo, ya no soy el mismo ser humano que antes del vuelo, ni ninguno de nosotros es como antes». Hoy, Rusty Schweickart trabaja en una clínica para drogadictos en Houston, Texas, además es consejero psicológico por teléfono para toda la juventud descarrilada y fundador de un Grupo de Meditación Transcendental.
Ed Mitchell del «Apolo 14» declaró:
«Algo pasa en nuestro interior cuando nos encontramos en la estratosfera». Este cambio en su caso ha sido dejar la Astronáutica, divorciarse de su mujer y dedicarse exclusivamente a la E.S.P. (Percepción Extra Sensorial) y a la Parapsicología en general. Estos terrenos son los indicados, dice Mitchell, para realizar el acercamiento entre todos los humanos, a través del contacto telepático.
Para el astronauta Jim Irwin del «Apolo 15», el paseo lunar fue para él una experiencia religiosa. Irwin ha confesado: Estaba profundamente removido y noté claramente la presencia de Dios. Un mes después de su regreso a la Tierra dijo: «Yo sé que Dios me llamó para servirle». A continuación se hizo predicador de los Baptistas al sur de los Estados Unidos.
El astronauta Charles Duke reconoce que nunca antes se convenció con tanta seguridad del poder del Todopoderoso, hasta que miró desde su escotilla del «Apolo 16» el sublime paisaje lunar. Incluso el reservado Alan Shepard que fue el primer hombre en el cosmos, confesó, que evolucionó interiormente y su escepticismo sobre la existencia de Dios se desvaneció inmediatamente.
El famoso Neil Armstrong, el primer hombre que llegó a la Luna y hoy profesor para Ciencias Técnicas de la Universidad de Cincinnati dijo: «Durante mi regreso a Ja Tierra en el "Apolo 11" me impresionó muy profundamente el descubrir en la lejanía la Tierra, como una pequeña y maravillosa "perla azul". Desde aquel momento me encontré tan insignificante como pequeño».
Bill Anders del «Apolo 8» dijo cuando vio nuestra Tierra desde su nave: «Siento la precisión de la existencia de los humanos y sus apuros, como nunca antes lo había sentido».
Tom Stafford, el veterano de los vuelos espaciales del «Geminis 6 y 9», como del vuelo «Apolo 10», es el que resumió con más precisión su impresión del universo: «Nosotros no vemos el cosmos como americanos, sino humildemente lo veo como un simple ser viviente».
Michael Collins el hombre que se quedó en la nave del «Apolo 11», mientras Armstrong y Aldrin hacían la exploración de la Luna dijo lo siguiente: «Nunca jamás un hombre se ha podidc encontrar tan solitario como yo entonces, sin embargo me invadió una felicidad absoluta».
Carola Ramis |
Hemos desarrollado una imborrable conciencia cósmica, una insatisfacción de las circunstancias infelices terrestres y una impulsión interior de cambiar algo, hacia lo positivo. Quizás en este camino hacia el futuro se podrá demostrar que el programa Apolo, tan costoso monetariamente, ha valido la pena en el sentido «humanitario».
Sólo me falta añadir a este resumen de destino de los héroes espaciales, que deberíamos enviar a la luna a todos los seres humanos que tenemos tanta agresividad y afán materialista y sobre todo a todos los gobiernos del mundo que siguen experimentando con artefactos atómicos y provocando irreparables daños y muertes, provocando alteraciones sísmicas y meteorológicas en nuestro planeta... Sería un relax absoluto para ellos, que los llevaría a una máxima comprensión y consideración hacia su prójimo, al tiempo que también nos elevaríamos espiritualmente, porque sólo así podremos conseguir alcanzar las superiores dimensiones, tan anheladas por nosotros, los seres humanos «llamados terrestres».
(Traducción de la revista alemana ESSOTERA, en exclusiva para K-7 en España)
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