viernes, 17 de agosto de 2018

Revista Karma-7, génesis

Karma-7 nº 1, portada: Solís
Actualización: 12 octubre 2018
La revista Karma-7 fue la primera publicación que trató de forma especializada temas como la parapsicología, ufología, esoterismo, ocultismo, etc. Tenemos que ser conscientes de que esto ocurrió en 1972, la sociedad y normativas de la época eran muy diferentes a las actuales. Por entonces ya había mucho interés por esas temáticas y Karma-7 apareció en el momento preciso.

Una característica muy interesante de esta revista es que era muy activa y participativa: muchos lectores colaboraban en las páginas y se les atendían en sus demandas; organizaban reuniones periódicas para tratar estos temas, por ejemplo los famosos coloquios en el restaurante “Nit i Dia” o "La Posada del Dimoni" de Barcelona; estaban implicados en los primeros congresos, convenciones y simposiums de nuestro país dedicados a la temática “Karma-7”; editaban dossiers, libros y otras publicaciones centrándose en temas específicos… En definitiva, era un grupo humano muy trabajador e implicado en su proyecto. 
Por desgracia, todas estas actividades me pillaron de muy niño y no pude asistir a ninguno de estos históricos acontecimientos.
Como la génesis de Karma-7 es muy interesante voy ha incluir en esta entrada dos artículos escritos por los propios artífices de la revista, en ellos se explica la “odisea” que fue publicar en 1972 Karma-7.


Víctor Estrada






NINGUNA RELACION CON “ALGO”
J. M. ARMENGOU MARSANS*

*Josep Maria Armengou Marsans (1933-2005), fue uno de los fundadores de Karma-7 y primer director de la revista.

Fuente: revista Karma-7 nº 1, sección “Temática”, noviembre 1972


Los que hacemos Karma-7 (1 de 2)
A raíz de la publicación del «Avance» o número cero de KARMA-7, han sido muchas las cartas remitidas a la redacción preguntando qué relación había entre KARMA-7 y la revista «Algo», siendo que el cuerpo de redacción y la dirección eran la misma de «Algo» (hasta enero de 1972).
Por ello, y para dar —de una vez para siempre— cuenta de la realidad de lo sucedido en torno a «Algo» y la gestación de KARMA-7, detallo seguidamente un breve historial.
En 1963 entré como redactor en la revista «Algo». En 1968, por cese del director, pasé a ocupar la subdirección de «Algo» y, un año más tarde, ostentando el mismo cargo nominal, pasé a ocupar en la práctica la dirección. Mi entrada como director en funciones de «Algo» implicó el cambio de mentalidad de programación de la revista, y fue cuando di cabida primero a la sección de ufología, luego a la de parapsicología, posteriormente al hermetismo, sin olvidar el contacto con el lector a través de secciones como «Colabora el lector», «Cartas al Director», etcétera.
Con todo, y hasta diciembre de 1971, mi dirección no lo fue de manera total y absoluta. A nivel de la empresa editora se me daba cierta libertad de programación, pero sólo en determinado porcentaje.
La revista fue marcándose una pauta y una senda y pasó a ser la única en España en su temática. La tirada fue triplicada durante mi dirección (tres años) y la publicidad empezó a cuajar, pero a alto nivel empresarial mi programa no se consideró adecuado (en el fondo más por la ideología que por nada), y con fecha 31 de diciembre de 1971 se me cesó como director práctico y a la vez cesaron todas las secciones que había implantado y con ellas sus colaboradores: Roca Muntañola, Lamich, Argentier, Clapes, Blaschke, etcétera, excepto, en parte, Marius Lleget, quien continuó colaborando, pero casi siempre bajo pseudónimo y con traducciones. Y como el lector antiguo de «Algo» ya habrá visto, suprimiéndose el cariz que yo había mantenido en «Algo»; abandonando por completo, y de la noche a la mañana, las secciones determinantes, y pasando a ser la revista ortodoxa pseudocientífica que era antes de tomar yo la dirección.
Al margen de cesar toda una plantilla de redactores con su director al frente, en sólo cuarenta y ocho horas, para el lector —a mi entender— creó también de hecho una problemática. De todas maneras no viene ahora a cuenta juzgar lo sucedido y continuemos en el momento cronológico.
Yo, sin dirigir «Algo» y con el cuadro de redactores en la calle, no me cupo más remedio que buscar un nuevo editor y ofrecerle el cuerpo de redacción en pleno, incluido Marius Lleget. Por mi profesionalidad en el campo periodístico y editorial me fue relativamente fácil, y máxime cuando podía ofrecer al nuevo editor prácticamente la totalidad de los lectores de «Algo», del «Algo» dirigido por mí. Y así fue.
En marzo de este año empezaba a trabajar en KARMA-7. En mayo remitíamos a todas las direcciones que obraban en nuestro poder una circular anunciando la nueva revista. En junio se remitía el número de «avance» o número «0». Ahora tiene usted en sus manos, amigo lector, el primer número de KARMA-7.
Como vemos, pues, KARMA-7 no tiene ninguna relación con «Algo». Ni como editorial, ni como dirección, ni como publicidad. Es más, en el campo profesional, en el periodístico, combatiremos a «Algo» hasta el límite de nuestras fuerzas. Cuando en diciembre de 1971 se me dijo que se cambiaba el enfoque de «Algo», tuve que dar esta explicación al cuerpo de redacción y en ello confié, pero luego, con el correr de estos meses, he visto cómo se recurre a los temas que se habían considerado «tabús», y así, en concreto con fecha del 15 de agosto, se publicó una portada dedicada a los «Ovnis». Recordé entonces cómo se me había dicho «no» a los «ovnis» en diciembre de 1971 y cómo también se me había dicho «no» el año 1968, cuando intenté mi primera programación. No, por falta de seriedad, por falta de realidad... ¿Y ahora por qué?
Agua pasada no mueve molino. Dejémoslo. Ahora es KARMA-7 quien se lanza a la conquista del mercado español con el subtítulo de «Nuevos horizontes de la ciencia». Aquí no pasará como allí..., aquí tenemos un nuevo y amplio horizonte, sin trabas de alcoba más propias del siglo XV que del actual. Podemos decir que aquí no tenemos problema generacional, pero no de generación por los años de una persona, sino por el espíritu, que es lo que cuenta.






Jorge Blaschke, fue uno de los fundadores de Karma-7 y parte del primer cuerpo de redacción de la revista, se encargaba del apartado de futorología*.

Fuente: Página personal de Jorge Blaschke, 24 septiembre 2012

*Rama de las ciencias sociales, no confundir con la astrología ni temas afines.



EL DÍA QUE SE FUNDÓ KARMA-7
Jorge Blaschke

Los que hacemos Karma-7 (2 de 2)
Tras ver un programa de televisión que se hablaba, erróneamente, de la fundación de la revista Karma-7, voy a dejar aclarado este tema definitivamente, especialmente para Sebastian D´arbó que participó en este programa. La fundación de Karma-7 no es ningún “misterio”, la fundamos los que la fundamos y estábamos los que estábamos.
Fundamos Karma-7 en mi antiguo domicilio de la calle Diputación 464, pral 4ª, en mayo de 1972. La idea surgió meses antes del periodista José María Armengou y algunos miembros de la Asociación Astronómica Aster, especialmente Sebastian Fontrodona, Delegado del Movimiento en aquella época, quién sin su apoyo hubiera sido imposible lanzar una revista de esas características (esoterismo, progresismo, realismo fantástico, teorías paganas, etc.) en aquella época de censura, oscurantismo y dogmatismo.
Iniciamos la reunión a las siete de la tarde, y diez minutos después teníamos a la policía secreta solicitando el permiso de reunión, éramos más de cinco; Sebastian Fontrodona los atendió y como representante del Gobierno se hizo responsable con un “yo controlo a los muchachos”.
Allí estábamos, J. Roca Muntañola, Carlos Batet, Joan Argentier, Màrius Lleget, J. L. Camara, F. Montaner Mir, el doctor Buenaventura Deusedes, R. Planas Argelich, J. Muñoz Badía, E. Vicente, J. A. Lamich, S. Fontrodona y yo, y no olvido a nadie. Recuerdo que se disculpó telefónicamente Félix Llauge (el Mago Félix).
Karma-7 nº 0 "avance"
Fue una gran aventura editorial en la que todos hicimos un gran esfuerzo económico. Cuando salieron los primeros números, también aparecieron las amenazas y denuncias, pero sobrevivimos haciendo una revista en la línea de “El retorno de los brujos” de Louis Pauwels y Jacques Bergier, un masón y un judío políglota odiados y desprestigiados por nuestras élites “intelectuales” del franquismo. La revista se combinaba con las tertulias del “Nit i Día”, donde nos reuníamos, cada quince días en tertulias nocturnas abiertas a todos, en las que se abordaban los temas más progresistas de aquellos tiempos.
Para mí era la segunda revista que fundaba, la primera fue SER, que sólo pudo editar cuatro números por cuestiones jurídicas y legales del régimen en que vivíamos, revista en la que intervino, con gran iniciativa, Eduardo Romero-Girón que maquetaba e imprimía clandestinamente.
El primer número de Karma-7 salió en junio de 1972*, en él escribí un artículo sobre la Asociación Cryogénica de España que había fundado meses antes, gracias al apoyo del profesor Anatole Dolinoff que había conocido en París. Cryonics se fundó en el mismo lugar (dirección y piso) donde se fundo SER y Karma-7. Destacar que los fundadores de Cryonics fueron Salvador Torroella, Ernesto Oliván, el doctor Deusedes y el abogado Francisco Sáez, y yo.

*Se refiere al número de avance (nº 0)

Revista Karma-7: Entrevista a Tomás Gilsanz

En el número 76 de la revista Karma-7, marzo de 1979, encontramos una breve pero interesante entrevista al pintor Tomás Gilsanz (1931-2016) ...